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24 jun 2009


FE DE ERRATAS
JUEVES 2 DE JULIO. PROGRAMA LA BELLEZA DE SENTIR


Presentamos excusas por la errada información anterior. Cambios fuera de nuestro control hicieron que el jueves anterior se viera el programa-entrevista a Julio Pazos Barrera. Igual lo disfrutamos, de_verdad. Ahora sí, este jueves 2 de julio por Ecuador TV (canal 48 UHF y 11 en cable)veremos el programa La belleza de sentir, a las 22h30 (con su respectivo reprise, a ser anunciado en el programa). 


Esta vez, el entrevistado será Bruno Sáenz Andrade, poeta enorme y gran amigo de Casa de las Iguanas (es más, habrá una sorpresa que, desde ya, le dedicamos). Gracias a nuestros amigos de producción en Ecuador TV, por incluir/nos; en especial a Cristian Londoño. Hace poco, Bruno presentó su antología personal en la colección Palabra Viva de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión. Ya es hora de que, poco a poco, se salde la deuda de la academia y de todos: es uno de nuestros grandes autores. No olvidemos ver el programa.
 

4 jun 2009

Antología mínima para una resistencia Chilena
(Otra mano de obra para remover el polvo)



Por: Wladimir Zambrano M.
Primero: Explosión del lenguaje, rapidez en lanza de metáfora y en las manos un enjambre de violencia. Segundo: Aprender a sitiar de la ventana circular, intima, espejo de privadas raíces subterráneas, paralelamente mezcladas por el compromiso del contexto (desde la crítica al stablishment y su farsa, hasta la observación de una calle cualquiera, los recorridos del objeto por el despertar y el sueño o algo que se debe entender en la habitación de siempre, simple y exacta como todos los días). Imágenes e ideas, que me llevaron a realizar esta Antología mínima, pero necesaria, específicamente compuesta de poetas chilenos, que conocí durante EL III ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE POESIA ACTUAL “Poquita fe 2008” (ya antes comentado en este mismo medio bajo el titulo MEMORIA DE VINO SOBRE POQUITA FE). Mas allá del implícito acercamiento antropológico y el enriquecimiento intelectual la veo como necesaria para los lectores ya que ante mis ojos, si bien distan mucho uno del otro, tanto por la edad, los temas y el tratamiento del leguaje, todos comparten un compromiso activo (para utilizar un termino de Fernández Moreno: al decir que poesía activa es aquella que no esta en concierto con el mundo y que pretende transformarlo, en contraposición a la pasiva, que lo contempla) y que conviene revisar, no solo por sus distintos cincelares literarios, sino por las alusiones de una resistencia, que actua con real violencia ante la enmarcación de un ahora, dispuesto en su estupidez a hundirlo todo.



HÉCTOR HERNÁNDEZ MONTECINOS. (Santiago, Chile, 1979). Licenciado en Literatura. Doctor en Filosofía mención Teoría del Arte. Sus libros de poesía editados entre el 2001 y el 2003 aparecen reunidos en [guión] (LOM: Santiago, 2008), que es el primer volumen de su trilogía La Divina Revelación; [coma] (MANTRA: Santiago, 2006) es el volumen siguiente y reúne su trabajo poético del 2004 al 2006. Además han aparecido los siguientes libros recopilatorios de su extensa obra Putamadre (Zignos: Lima, 2005); Ay de mí (Ripio ediciones: Stgo, 2006), La poesía chilena soy yo (Mandrágora cartonera: Cochabamba, 2007), Segunda mano (Zignos: Lima, 2007), A 1000 (Lustra editores: Lima, 2008), Livro Universal (Selo Demoôio Negro: Sâo Paulo, 2008, en portugués).

LA INTERPRETACIÓN DE MIS SUEÑOS
I

Un libro no compila más que las noches
en las que uno dejó de vivir y escribió
como si se tratase de convertir todas esas horas
en una pequeña caja fuerte para el futuro
donde ni los sorprendentes currículos,
ni todas las publicaciones o traducciones en el extranjero
tengan espacio ni mayor valor que el polvo
como igualmente lo son el orgullo y la propiedad.

A los 28 años
y estando en un país ajeno
los amigos se ven como poemas,
poemas que he leído tantas veces y con los cuales
he llorado he odiado
he bailado he amado
como también lo han hecho tantos poetas del futuro,
hoy disfrazados de adolescentes,
hermosamente insurrectos y mayoritariamente minoritarios.

Después de tanto viajar
me doy cuenta que los libros en otras ciudades
dejan de parecerse a lo que fueron
y en ellos se despierta la conciencia de muerte
contra la cual sólo saben murmurar
el nombre de su casa editora,
el año de su publicación,
o el pie de imprenta
que es lo mismo que decir:

me llamo X tengo X nací en X
y represento otra incógnita de la belleza.


Recuerdo perfectamente el día que comencé a escribir
tenía 19 años y la vida hecha mierda
ahí fue cuando imaginé hacer un libro
donde pudiera caber toda la pena y la rabia
que sentía hasta ese momento,
ese libro era más grande que todos mis sueños
y por eso
era una pesadilla.

Veo como nuevos muchachos y muchachas
convierten sus vidas en poemas llenos de delirio y ternura,
los he visto en muchísimos lugares
comiendo galletas y tomando vino
tanto en pueblos fantasmas como en fantasmas países
sin la soberbia capital de la chilena poesía
que tiene amarrada a la muerte dentro de un libro
que sólo se abrirá en un par de años.

Asimismo me di cuenta con decepción que los que estaban
inmediatamente antes que nosotros
quisieron escribir correctos poemas en insípidos compendios
en el muerto tiempo de una pálida y fría democracia
¿si eso no es miedo, hijos de puta, díganme qué es?

La literatura para ellos
fue una nueva dictadura del bienestar,
de lo conveniente que resultan treinta carillas
para leer en un viaje en metro,
y no quisieron jugar con la posibilidad de perder
por eso sus darditos fueron lanzados
a una fosa común que era como veían el compañerismo,
una de las pocas utopías posibles para hacer de este país
algo menos trágico y cruel;
por eso sus librillos sólo están en los anaqueles
de las universidades fiscales donde estudiaron
y ahora son parte de privadas bibliografías
porque ellos mismos ahí son los que enseñan
que si el fascismo es cultural es bueno
y que si los cómplices del duelo nacional
pueden reeditar obras olvidadas
entonces ese tiempo perdido valió la pena
para engrandecer la marca registrada y el precio.

No se dieron cuenta que estaban en el rumbo correcto,
que así llegarían mucho más lejos
de lo que alguna vez vislumbraron
y no era necesaria tanta carnicería entre ellos mismos;
cada uno no veía más allá de su propia vida
y su vida no era más allá que su propio miedo,
una joya, sí,
era una joya que brillaba
como una reluciente trampa a mediano plazo
para los que querían comprar todo con antojo y desidia

Esto era lo que yo observaba
y por eso de mi sobrecogida boca abierta
unas luciérnagas me acompañaron en mis noches
y supe que todo estaba hecho para no escribir,
por eso mismo hoy,
en esta hiperdictadura,
la poesía vuelve a ser un arma,
sí, un arma,
desde este lado simbólico de la violencia.


VII

Piensan algunos que a mayor cantidad de gente escribiendo
es salud
y argumentan que quien no piense así
quiere canonizar y exigir solo una forma para la escritura
yo creo que dicha fortaleza será tal
cuando esas poéticas sean realmente distintas entre sí
y no una mayoría impostando lo ya hecho;
no se trata de cuántos escriben
sino del número de ellos dando su vida
a sus obras para que estas
no envejezcan más rápidos que sus autores,
pues así las escrituras se imponen
con su voluntad de relámpago bajo el arco iris sombrío
y el poder en ellas es crear un nuevo cielo
y una nueva tierra para que en el reino de la literatura
siga triunfando el regicidio de la ficción,
la anarquía de los sentidos
y el libro no abra jamás sus puertas a la moral.

Ninguno de nosotros ha querido imponer
una forma única de escribir
tan simplemente porque intentamos en cada libro
usar la mayoría de ellas,
desestabilizarlas y travesear,
justamente para burlar al canon
que quiere igualar toda resonancia
e imponer su ojo parlante desde el centro de la tierra
que es donde muchos quieren estar para escribir ;
nosotros naufragamos con archipiélagos
que quedaron del big bang del sentido
y con constelaciones nómades
que cada noche son distintas
y huyen de los astrolabios y los telescopios
pues no hay en ellas un método
pero sí una poética de la vida.

Por eso digo que una prosperidad literaria
será real cuando su necesidad sea su diferencia
y no la copia de la copia de la copia,
además la lucha a muerte entre ellas
no es de uno,
es la inherente deuda ética
al consagrar una revuelta entre el ahora
y lo que suceda después de esta noche,
el silenciamiento y la homogeneización
vienen de otra parte y no de esta refriega
que a lo sumo hará de una poética agonizante
el humus para otras nuevas
porque no es muerte sino pura conversión;
al parecer todo se debe a lo intermitente
que resulta existir
y entre crecer y perecer sólo hay un gesto mínimo,
casi imperceptible,
llamado exterminio.

Si una línea imaginaria e histórica fuese hecha
con los nombres de tantos poetas omitidos y silenciados
daríamos la vuelta al mundo
para que el tiempo fuera el mundo al revés
y el sol una estrella
sólo para no saber la diferencia entre ambos;
los cuerpos celestes pasan frente a nuestras caras
pero de ellos son pocos los que se ven
y los que ya no existen son los más brillantes
justamente porque lo han olvidado todo
aunque algunos crean lo contrario
la ley de la vida es la misma que el poema
matar o ser muerto.

Y no se trata de una guerra fratricida
ni de más o menos poderosos binarismos
sino que de la gravedad de estos cuerpos
cuando han dejado la realidad
y el lenguaje que queda de ellos
abre un nuevo lugar,
un saludable tercero excluido,
en el cual las palabras renacen como un desafío
a las dialécticas y al codazo,
pues tanto ese territorio como el derecho a la diferencia
producen inquietud incluso hoy
cuando el sí mismo dejó la esfera de lo privado
y la vehemencia que lo caracteriza
es una independencia del yo.

El devenir de las escrituras
es su libertad y su valentía
para olvidar los derroteros que las llevaron al papel
donde están cercadas desde sus cuatro lados
por el vacío y la clausura
que implica leer desde las imposiciones
académicas de la lengua,
oficialistas del ojo
o del ir y venir de apretones de manos sintomáticas,
pues la subversión de hoy será la causa
para que mañana nuevas hambres tengan un origen
y esa carencia vuelva a significar una abundancia
de rasgos distintivos en la voz radical que inventarán
en otro tiempo
nuestros futuros hipócritas antepasados.

Víctor Hugo Díaz Nació en Santiago en 1965. Ha publicado La comarca de senos caídos (1987), Doble vida (1989), Lugares de uso (2000), No tocar (2003) la mini antología Segundas intenciones y el libro falta (2007) . Fue antologado en Antología Fundación Pablo Neruda (1990) y en Ciudad poética post, Diez poetas jóvenes chilenos(1992). En 1988 obtiene la Beca de Creación Taller Pablo Neruda, en 2002 la Beca de Creación del Consejo Nacional del Libro y la Lectura y en 2004 recibe el Premio Fundación Pablo Neruda a la trayectoria.

FOTOGRAFÍA EN LA PLAYA

Toma un puñado de arena, apriétalo
cuenta sus granos
y después pregúntame por qué.

Es arena nacional, más preciso arena del Norte
Es una fotografía sacada desde un país extranjero
un país que es el pasado
donde la gente hace cosas tan extrañas
una foto que sólo tiene el valor de un registro gráfico
una referencia de cierto interés
sobre lo que a veces se lee como felicidad.

Ya cambió la posición de los cuerpos
La risa está sin volumen
Es el mismo traje de baño, pero ahora
uno mira el mar y el otro a la cámara
Como cuando alguien decide ponerse el gorro de lana de lo real
y se arriesga a una vida a medias
por un rato de tranquilidad y poca imaginación
Sin ningún trofeo, ni siquiera una presa de caza menor.

Es como lanzar los dados
sin saber dónde caerán ni cuanto suman
o sentarse a esperar durante meses
tratando de predecir el futuro
El mismo personaje que se despierta a mitad de semana
a ensayar escenas de una obra de autocompasión.

Hay una voz distinta en el teléfono
pero que responde al mismo nombre
Una cuenta bancaria sin fondos
sólo sudor, crema lubricante y cáscara
el huevo roto que no se alcanzó a reproducir
pero que tiene la forma del halo de saliva en la sábana
saliendo de la boca de la pendeja fértil
que se durmió unas horas antes del sol.

Hay un dedo que apunta culpando
mucho más rígido que los demás
Como la mamada mezcla de odio y calentura
en una habitación vista por primera vez, pero al toque
Sonrisa leporina en venganza
La piedra arrojada a la carretera que rompe el parabrisas
Ira, que después se degrada en costumbre.

Hay una lengua digital que sirve a cavidades húmedas
respondiendo a las súplicas, te acuerdas
El dedo anular que lame el aire, pero sin dejar nada
sólo cicatrices, tatuajes de mala calidad
que después se infectan y peor aún no se borran
Como la pesadilla que invita a salir por segunda vez
El falso alquimista que maneja contra el tránsito
transformando el oro en plástico
y en máquinas de hacer ejercicios.

Las hojas eran verdes el último día
hoy están muertas, ya no son necesarias
las reemplazó el calendario y el ciclo lunar
Tiempo suficiente para la operación
de urgencia, contra su voluntad
en la que se amputa a sí mismo
lo único necesario.

Desde ahora, la poesía se hará cargo
de los fluidos del cuerpo
de su evacuación, del motivo del crimen
Tú sabes, la pena se excreta, es líquida y amarilla
no importa el contenido, comida, semen, agua
es lo mismo, se excreta y por un rato deja de doler
Parecido al mal aliento que otros fingen no sentir
durante una conversación vacía pero caliente
cuando se busca olvidar un origen humilde.

Cada tantos años lo vuelve a pensar
con el derecho de un cliente frecuente
que asegura no tener deudas
Poniendo marcha atrás, haciendo el recorrido en reversa
desde la despedida hasta el primer manoseo.

Ahora la fotografía se mueve y palpita
a un ritmo repugnante, tan repugnante
como perder el tiempo a través del ojo de la cerradura
imaginando el video porno
en que el rottweiler sin bozal pero mudo
se aparea con la quiltra flaca
Ahí el calcio es la diferencia
el calcio es la medida de esas cosas.

Al parecer en la foto falta alguien ¿cuántos eran?
Es sólo una imagen inmóvil que la marea
el viento con arena y el ridículo
se llevarán.

Deja que el agua corra para que no se pudra

Toma un puñado de arena, apriétalo
cuenta sus granos y después
pregúntame por qué.

A PUERTA CERRADA

Nos despiertan ruidos en la habitación de al lado
Ella guarda silencio con todos sus labios

Él siempre dice que un nuevo país
crece en el estomago de otro

la rama torcida y mucho mas violenta.

Nos quedamos encerrados aquí afuera
a este lado del cerco policial

mirando la acción que sucede en las fotografías
de ciudades que no conocemos
o en el zumbido que cometen los cuerpos
seguros de que ésta sí será la última vez

Solo los lugares tienen memoria
De pronto se está ahí parado
Oyendo a quien nunca habla en serio

como emprender una carrera de ida
y terminar donde el mismo, el niño que se deja solo durmiendo
y que al regresar de madrugada
ni siquiera se ha movido

Porque es cierto, la ciudad te seguirá


Marcela Saldaño Santiago de Chile, 1982. En el año 2001 publica 2001 Poesía en el Espacio, proyecto ganador del Premio Fundación Gabriel & Mary Mustakis. Participa en talleres literarios en Balmaceda 1215, Centro Cultural de España y Sech. En 2002 publica Inclinación al Deseo y al Caos, proyecto financiado por la Fundación Gabriel & Mary Mustakis. Poemas suyos han aparecido en diversas antologías, como Caleidoscopio, del taller de Alejandra Basualto. Fue una de las fundadoras de la revista Estrago. En 2004 publica la reescritura colectiva del Canto General de Pablo Neruda llamada Desencanto Personal. En 2006 publica Mujeres al desnudo, participa en el Encuentro de Poesía Femenina chileno – argentina CON RIMEL en la ciudad de Coquimbo IV región. En 2007 es invitada a Chilepoesía. Participa y es parte de Lecturas de Emergencia. Publica próximamente en Perú “Anomalias: Antologia de cinco poetas chilenos” Bajo editorial Zignos

Investigaciones Determinadas por lo prohibido

La llegada del reino nuevo es el más suave depósito de espinas En medio de la lluvia y la luna más bella que vi por los ojos de mi madre La lluvia primera Sus cincuenta recados atados en pañuelos multicolores La huella El siglo nuevo La espesa noche y el fuego dentro de mi misma Todo sobre mí lo dice el orden de las palabras Para mí ellas no hablan por sí solas Sino en el conjunto de los ojos Conjuntos corrosivos Conjuros fugaces que hablan en medio del triste sueño que es el sueño de tu huella ocular La propia destrucción en el cuerpo de la baja presión y los fantasmas de horrores inventados Mi arcada interrumpida se volvió el Lázaro que fui y todos olvidan El asesino que tuve en mis brazos sin saberlo y sabiéndolo luego Asesina en su sangre que salió por mí Con mi mismo nombre quiero que ese asesino vuelva sobre sus pasos Llegue el olvido y corte su cabeza

***
El verdadero asesino es quien consciente de que lo que hace vuelve sobre sus pasos Atrae bosques y deja imanes sobre las aguas No se permite dar un paso sin que su escritura sea un mar inagotable de gritos que nadie escucha y el aire exhala con el olor de los cuerpos Tan asesina fui como esa que quise una vez y luego preferí ir a pelear y no saber de ella No saber Que ella volvía sobre sus pasos Mi asesino se reencarnó y arrastró sobre mi cabeza Su eje en el país de la lluvia cesó Taló mi boca Dulce solo esta vez Me dijo y su lengua fue un taladro que tocó mi oído Dulce injusticia es esta prosa silenciosa Injusticia esta dictadura post dictadura La autocensura y las instituciones de mierda en las que la gente se convierte Las especies de la furia que te dibujan La injusticia de la publicación del bosque oculto No cabe duda Mi deseo es un puente de cinco cabezas

Por ELÍAS HIENAM
De : LETRA CHICA

CLOROFORMO
a Marcelo Villarroel
Yo no formo parte del círculo,
negro,
yo tomo la cerveza sólo en una plaza,
cualquiera,
con versando con un perro ninguno,
que pasa,
y pregunta por el whisky escondido
en la maleza.

Yo no formo parte del círculo,
hermano,
mi filosofía es de tablón,
de cuneta solitaria;
mucho más tarde,
tras la noche que se aclara.

Yo no formo, amigos
la forma muere en cada palabra
el círculo tiene tantos lados
¡como defenderle!
no formo parte y que más queda,
si el anfiteatro es hoy un mall,
si el liceo está tan "bien ubicado",
si ese poema merece el nobel,
si pavimentaron la cancha y la vida,
si aquel rebelde estará bien muerto,
esta noche,
por estos mundos.

Yo no formo parte del círculo negro,
hermano.

Yo me junto con los canes atareados en la tarde
tan sin agua,
ateridos tras los autos de una esquina,
en la ciudad que deja de ser
el lugar en que crecimos antes.

BALADA DE LA PRINCESA QUE UN DÍA FUISTE

No terminaste conmigo,
decidí que estoy cada vez más sólo;
y me vi perezoso, cabizbajo
taciturno, con desidia, asoleado
lacónico y meditabundo.

Claro que me importa que queden
juramentos y fe en el puerto ilusivo,
de cuyo recuerdo odio
el año nuevo y sus alrededores falsos
sin piedad y mucho orín al despertar engañoso
sin querer te maldigo
y me hago a un lado aparente.

Se irán las costras caústicas de tu hedor,
mientras pienso,
que pudimos ser felices
ojeando acantilados,
de abrigo y con un sable,
-caminando-
para siempre;
¡Princesa!
una figura que se aleja y evanece entre el humo de Santiago y
una acequia en Parral.

Sólo
mirando el vino
devengo, enrollo, devano y tramo
futuras presencias de aquel jugo de melón
y me pongo la casaca
aunque se qué no iré a ningún lado.

Oscar Saavedra Villarroel. (Santiago de Chile, 1977). Licenciado en Educación. Becado por la Fundación Pablo Neruda en el 2005. Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de poesía. Ha obtenido varias menciones en diversos concursos (Juegos Florales Gabriela Mistral 2008). Un adelanto de su proyecto poético dOPING hISTÓRICO fue publicado en "Anomalías, 5 poetas chilenos" (Editorial Zignos, 2007). Poemas suyos han sido traducidos al portugués. Es editor literario de la revista indie.cl, organizador del encuentro nacional de poesía Descentralización y director de la editorial Andesground.

De dOPING hISTÓRICO

Diario Zur Preámbulo/post:
Se me cayeron todos los sueños de este país. Se me cayeron todas las costas de mis ojos tímidos/ direccionales. Se me cayeron las penas de mis penas, oh, y no podía contener el llanto pacífico ni menos el llanto atlántico de mi país anoréxico. Y estabas tú, Patria, sobre la espunka de las olas. Más allá del agua que rodea los ojos oceánicos. Y me decías duerme. Y no recuerdo qué tipo de cosas te hablaba
Entonces me vine cabalgando en mi caballo/ moto. En mis pesadillas cósmicas Andes. En las hijas hijos de Pacha Mama/ Pacha Hombre. Entre las tribus y sus costumbres.
¿Qué hacer
ahora en estos
pasadizos de visiones
extrañas?
Me ahogo, Mama, me ahogo y dile a Pacha Hombre que no venga, dile que me deje estallar en palabras:

[Mi Ficción dice que las lágrimas se me cuelan por entre las rendijas de mis Ojos llenos de realidad. Son tantas las visiones y esa Hombra es bien Maquiavélica a ratos]

La Hombra camina a pasos agigantados: tiene prisa
prisa la ansiosa
que mira a Pacha Hombre
lujuriar su pensamiento Hitler, sus neuronas Mussolini.
La Hombra escribe en su hermético dialecto citadino
pensando que la vida le dará la fama nuclear de su
estilo pasarela.
Mira qué vestido usa. Qué anda trayendo. Parece que
su país se le moja, se le quiebra, se le evapora por
sus ciudades.
La Hombra, junto a su Mujora, pide a Pacha Hombre
zurcir la lengua natal de su batalla transcultural
de las esquinas de sus lares comunales. Viste, le dice,
¿viste ese gesto de muralla/graffiti? ¿Viste la tristeza
graffiti dibujada en el gesto de esa muralla?
Parece que se le queman sus costas, sus fronteras,
osus espunkas
de agua dulce, la marinera citaditadina
de la Endesa forma de sus ojos
sueño americano; bien Chicana, Bien Naca, bien Spanglish
su lenguaje de toro/gato.
Con su vestido rojo menstruación
la Hombra
quiere violar al Monstruo Andes, engendrar la tristeza
inconsecuente
de los mares en sus ojos cohibidos
por ese gesto, por ese único gesto
de respirar un país y vomitar una tierra.