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25 dic 2006


"LA POESÍA ES SU PROPIO DEVENIR": ENTREVISTA A MAURIZIO MEDO

Por Ángel Emilio Hidalgo

Maurizio Medo es uno de los más representativos poetas peruanos y latinoamericanos de la actualidad. Ensayista y antologador, en el 2004 obtuvo el Premio Eguren de poesía. Está próxima a aparecer la edición peruana de su libro "Manicomio".

Raúl Zurita dice que los poetas son “exiliados de la lengua”, contradiciendo la máxima de Octavio Paz de que “la única patria es el lenguaje”. ¿Coincides con este aserto? ¿Acaso ese espíritu de desarraigo se hace presente en tu poesía cuando evocas la memoria de los inmigrantes italianos?

En mi caso, y particularmente en El hábito elemental, lo que ocurre es que dos lenguas, el español y el italiano, devienen hasta encontrarse dentro de una sola sustancia, de un solo magma, en este caso la poesía. Al encontrarse generarán expresiones que no pertenecen a ninguna de ellas en particular pero que empiezan a existir en tanto se les nombra. Yo crecí con estos dos idiomas en paralelo, el italiano y el español. Los entendí desde que tengo uso de razón, pero no “pertenecí” a ninguno de ellos. En ese sentido los poemas de El hábito elemental más que habitar un lenguaje se articulan para generar nuevas formas de expresión. Lo que traté fue de ser fidedigno a los sonidos de la(s) evocación(es) y al mismo tiempo convertirlo en impresiones lingüísticas. El lenguaje, que ahí es fruto de un hibridismo, de una síncresis, va más allá entroncándose con otro que no existe, uno sensorial. Esto genera una suerte de jerga – Luis Fernando Chueca la denomina como “médica”. De alguna manera esta jerga podría representar la lengua de un habitante del exilio.

En tu ensayo y antología sobre la poesía latinoamericana: “En un país imaginario”,de próxima aparición, hablas del intento más o menos consciente de algunos poetas del continente por establecer diálogos con el pasado, especialmente con las primeras vanguardias del siglo anterior. ¿Eres consciente de que en tu poética reconstituyes algunas de esas tradiciones?

¿Podemos hablar de alguna poética que se sustraiga al diálogo con su tradición? En mi poética, y en otras como la del chileno Héctor Hernández Montecinos o la del mexicano Rodrigo Flórez (por nombrar sólo a dos estupendos poetas de tu generación), se da una rotura con el concepto de autor, de un autor. Entonces la escritura es una experiencia absolutamente consciente en donde sabes que puedes estar repitiendo la misma metáfora de quienes te antecedieron pero otorgándole nuevas significaciones. Es lo que Zurita, refiriéndose a Hernández Montecinos, denomina como "Poética de la lectura". La experiencia de la escritura será válida para el individuo en tanto éste sea una representación tribal y colectiva.


La poesía de Róger Santiváñez, uno de los autores más destacados de tu generación, puede ser leída en términos de una gran dislocación del lenguaje y los sentidos, un abandono del “buen decir” literario, una actitud de marcado escepticismo y un acercamiento al habla y la sensibilidad marginal en el Perú de los 80. ¿Hasta qué punto ese ethos poético fue compartido por ti y los escritores de tu promoción?

Róger Santiváñez, qué duda, desde la publicación de Symbol (1992), uno de los pocos escritos “en peruano”, es un autor para tomar en cuenta. Lo que me alucina de su poética es como reinterpreta las diversas tonalidades del callejeo (Rosa Roja de mi pukto corazón álzate calata) para arrastrarlas hacia la glosolalia neobarrosa (wayno awayta aguanta tu angustia observa la luna) y de ahí a una escritura que bordea la mística (Vía sacra es esta hendidura/ Que toco roco de tu película) Lo que quiero decir es que la aventura poética de Santiváñez emprende una vía ascensional. Esta es va desde el habla lumpen hacia un sentido religioso. Su escritura simboliza la purificación del hombre a través del lenguaje y por sobre el lenguaje. Es decir a través de la poesía. Conocí a Róger en ¿1987? y desde ahí nos sabemos compañeros de ruta, ajenos a experiencias como Kloaka o Asaltoalcielo . Recientemente ambos compartimos el Premio de Poesía José María Eguren 2004. Esto ante todo. Ahora no sé hasta qué punto Róger y yo podamos compartir también un espíritu generacional (lo que tampoco me quita el sueño) En ese sentido podría identificarme más con alguien como Paco Benavides.
Ahora, bien, te señalaba que Róger Santiváñez emprendió una escritura ascensional (de lo marginal a lo sacral). Mi caso es su opuesto. Desde lo metafísico voy descendiendo hacia los territorios de la exclusión poética (por ejemplo en Manicomio) hacia la articulación de un habla a través de formas marginales (La trovata). Hablo de una marginalidad en la expresión (donde el guaraní puede coexistir con el resve y el habla de los chalacos y expresiones mapuches) Definitivamente estos desplazamientos, uno de ascenso y el otro de descenso, poseen esas zonas intermedias que permiten nos encontremos tanto en el descentramiento como en la corrupción de los conceptos tradicionales de lenguaje (prueba de ello está en mi poema Santivañez: Noches melopéikas/ de puro vaho sideral/ acosados por el ansia de la Poetry) Pero esto no es algo nuevo. En la poesía peruana esta aventura está presente desde la publicación de Trilce. Luego de Trilce somos varios los poetas peruanos que nos encontramos en la rotura de las convenciones del idioma en búsqueda de la posibilidad de un nuevo decir. Esto implica tanto a poetas como Carlos Germán Belli, Juan Ramírez Ruiz, Elio Vélez, hasta otros como Giancarlo Huapaya, Salomón Valderrama o Andrea Cabel. Lo que quiero decir con todo esto es que los poetas, más que ser agrupados de acuerdo a períodos históricos (promoción o generación) o sus nacionalidades, deberían reunirse de acuerdo a sus escrituras. Pienso que hemos hablado tanto desde Ortega y Gasset (sin leer bien a Ortega y Gasset) que hoy aparece con sus conceptos desnaturalizados. Te mencionaba que me sentía más cercano a Paco Benavides que a Róger Santiváñez pues yo creo más que en generaciones en las afinidades ante la escritura como en los procesos de la misma. Comparto esa actitud por ejemplo con Raúl Zurita y Héctor Hernández, con José de Jesús Santpedro y Alejandro Tarrab, con José Pancorvo y Willy Gómez Migliaro. Tanto como la que veo en jóvenes como Fabián Darío Mosquera o Robert Baca.

El poeta Miguel Ildefonso distingue tres momentos claramente identificados, según él, en la última poesía peruana: el primero iría de 1990 a 1994, el segundo a fines del milenio y el último desde el 2001 hasta la actualidad, donde se inscriben nombres como los de Luis Fernando Chueca, Victoria Guerrero, Lorenzo Helguero, el mismo Ildefonso, casi todos limeños. ¿Hoy sigue siendo Lima el Perú, o son más visibles las voces del país profundo y diverso?

Justamente. Me refería a la caída del valor en la "Bolsa de los Conceptos" de la palabra “generación”. Eso hace que se nos vuelva sospechosa y que se emprendan nuevas lecturas de la tradición. En la década de los 90 presenciamos un Big Bang del discurso, quizá por ello Miguel se anime a señalar un momento, en este caso 1990 a 1994, como uno crucial en esto que llamamos “poesía peruana”. Esa idea es tan válida como señalar otros momentos (1982, 1988, hay algunos que se refieren sólo a 1992) Pero el mismo Miguel Ildefonso se ha referido a la relatividad de las periodificaciones más recientes. Ildefonso, Chueca, Guerrero y Helguero son voces muy importantes, cómo no, pienso yo que si hubieran escrito obras como Vestigios, Contemplación de la muerte, Ya nadie incendia el mundo o Boletos no en Lima sino en Trujillo, en Arequipa o en Cusco, tarde o temprano habrían tenido la misma repercusión. Me preguntas si hoy son más visibles las voces del país profundo y diverso yo creo que esas voces se hicieron más visibles desde Lima con los aportes de Hora Zero y el Movimiento Poético Kloaka. La migrancia provocó que Lima sea capaz de reflejar la heterogeneidad del Perú. Otra cosa es que no se le lea. Pero no sólo Lima. Creo que desde la provincia, término utilizado para denominar a todo lo que no es la capital, se sataniza a la capital en tanto se le desea. Yo estoy hace tres años en Arequipa y veo que la ciudad, las ciudades, siempre dejan de lado la expresión de sus periferias ( y tal vez en Lima esto ocurra menos). El poeta de la provincia suele quejarse del desdén que percibe que hay hacia él desde Lima. Pero un momentito, ¿no es el mismo que hay, por ejemplo en Arequipa, a las expresiones escritas en loncco, las que se difunden más que como literarias como folklóricas o vernáculas? Es por esa razón, así como relativizo el concepto de “lo latinoamericano” recogido en tratados y antologías que hago lo propio cuando hablamos de “poesía peruana”. Es por eso que digo que ésta es subterránea. Leemos solamente lo visible que hay en ella. A la punta del iceberg.

¿Crees que existen líneas definidas que particularizan “lo latinoamericano” en la poesía; o más bien, corremos el riesgo de caer en esencialismos?
Tendríamos que ponernos de acuerdo a qué nos referimos con "lo latinoamericano". Cuando hablamos de "lo latinoamericano", ¿estamos incluyendo a los negros de Cuba o de Brasil, como reclamaba Cabrera Infante? ¿Estamos pensando tanto desde el español como desde el portugués y el francés o desde hibridismos lingüísticos como el spanglish y el portuñol? Como lo explico en el prólogo de En un país imaginario: Para algunos autores lo “latinoamericano” finge una unidad suficiente sin referencia a España (Julián Marías) Pero es cierto también que hablamos de “lo latinoamericano” para referirnos a un territorio de la lengua donde la influencia poética española ya no aparece como la dominante. Desde Salomón de la Selva hasta los Poemas y antipoemas de Nicanor Parra estamos ante una escritura inscrita en otro territorio- ideológico y estético. Uno que rompe con la idea de un lenguaje exclusivo y que se desplaza sobre la base de un constante replanteamiento. Ahora si zapeamos recorriendo los canales que emiten sus señales desde la estación “poesía latinoamericana” encontraremos que todas sus imágenes sintonizan al provenir de un desborde, provocado por la crisis de un discurso homogenizador, que en el caso de “lo latinoamericano” es el de la poesía conversacional.
Entonces, entre el fin de Siglo XX y los albores del XXI, la poesía aparece desbordada y es desde este desborde que los discursos se multiplican en proporciones geométricas, es la idea de ese Big Bang ocurrido también dentro de la poesía peruana, que rompen con la posibilidad de una secuencia y de una linealidad. Podría referirme a diversas expresiones uniéndolas, un poco arbitrariamente, más que en líneas definidas, en zonas o campos de lenguaje. Habría uno próximo a una nueva tonalidad conversacional donde podríamos ubicar poéticas como las de Julián Herbert, Victoria Guerrero, Claudia Masin, Ericka Ghersi, Felipe García Quintero, Nicolás Alberte, Cecilia Romana, José Carlos Yrigoyen, Andrea Cote, John Galán Casanova. Otro que se articula a través de construcciones fragmentarias - Jorge Solís, Ramón Peralta, Pablo Paredes. Otro de órbita culturalista en los que la poética se sostiene basándose en referencialidades literarias, míticas, históricas, etc. – Luis Carlos Mussó, María Rivera, Fabían Darío Mosquera, Ernesto Carrión, tú mismo. Otro, al que Luis Fernando Chueca denomina como “una construcción arquitectónica que diseña un recorrido (extensos conjuntos en que cada uno de los textos es en realidad un paso o una estancia en el trayecto que es el libro: un único poema), y un lenguaje que tiende al barroquismo por su recargamiento y los diversos registros que articula - culto, coloquial, técnico, lírico, antipoético, etc”.- Gustavo Barrera, Rodrigo Flores, Héctor Hernández Montecinos, Felipe Ruiz, Alan Mills. Y me quedaría corto. Estamos hablando de escrituras que aún están en gestación. Sólo estoy nombrando, como dije, algunos campos de lenguaje. Ahora ¿qué ocurre dentro de cada uno de estos campos? El asunto es mucho más complejo aún. Ahí las escrituras acontecen conforme a una visión del legado de las vanguardias; conforme a la sustitución del poema por formas inestables e irregulares; conforme a una voluntad por reificar los diálogos tanto con nuestras tradiciones como con otras, como por ejemplo, la clásica, (griega o latina), con la española, fundamentalmente a través de los autores del Siglo de Oro o los Del 27, con la norteamericana, con la italiana, con la francesa, etc., etc. Y todo esto ocurre desde una nueva dicción, desde una poética que por un lado retrocede en búsqueda del orden perdido y que por otro deviene en agonalidad, desde una reinterpretación del género, desde una resignificación ideológica de la naturaleza del yo, desde nuevos escenarios y desde nuevos sujetos, etc., etc. La poesía es su propio devenir.



MÍNIMA SELECCIÓN DE MAURIZIO MEDO



Datsun

Enterrada la tristitia valdelomar. A escribir plúmbeos pura espuma, absortos ante musas con vellos y no pan/no poema/ bajo el brazo. En aquella villa gris envuelta en pellejo burro recuerda nuestro adánico callar en mesas desdormidas entre recuas acholadas de verlaines y lautremonts. Recuerda a Nazarenas elevada entre sahumerios. Su feligresía octogenaria amoratando en Octubres penitentes.
Años Inútiles. Unicornio Rodríguez susurrando azur en un tímpano. Milanés haciéndonos en la oreja un irremediable vangogh. Trova contrastable con esa música ineaudible que aún nos anocha los oídos.
Recuerda cómo la neblinosa arquitectura alumbrábase de nínfulas, telescopadas desde el espejo retrovisor de nuestro Datsun.
(Tunas taxeabas secreta escritura exponencial en estática travesía de intramares, enamorado del ámbar semáforo. Yoni de icarado copiloto, buscando lotos en la ingrávida matriz de su conciencia)
Recuerda que in tempus di calendas no hay tregua.
Pasan las horas/ las hojas/ uno mismo pasa sino es por otro conjugado.
Ora, entrecanos, el mirar del ojo redime de bruces los pretéritos.
No hay más cormoranes vertebrando el cielo antipictórico.
Es otro el polvo acumulado sobre el húmero.
El exilio nos sitúa en opuestas geografías, mas, la palabra, siempre la misma, en asedio fecundo arrebata al olvido a esos cuervos muchachos, extraviándolos en el tráfago eterno que transcurre entre los cúrsiles marasmos de este poema.

(de El hábito elemental)



Centón del comedero raquel se burla y nos insulta cada vez que nosotros nos lamentamos y echamos de menos la vida anterior en la tierra. se ríe y nos ultraja sin cesar llamándonos esclavos y basura llegando incluso a veces a turbarnos....¡bravo¡ sigan así, lo hacen muy bien, laméntense. a sílabas entrecortadas quiso repetir un nombre: (jxuan de dios), ¡ah, ese si que hubiera sido un verdadero nombre!, mas como un serrucho trabado en elclavo oculto (que maldice el carpintero), sólo pudo pronunciar, a duras penas, tartamudeando -atragantado por el aserrín de sus palabras- las chirriantes sílabas de su apellido: (mar - mar -ttí -nnez) nupsa pusch? vuelvan a sus buhardillas, médicos parásitos, y tú también, que no es por amor a los hombres que deliras; es por tradición de imbecilidad. tuviste razón en cambiar el bulevar de los perezosos, los cafés de los poetastros, por el infierno de los animales, por el comercio de los astutos y la salutación de los simples. ¿quién puso en mí esa misa a la que nunca llego? nada pasa después de los 12 años que importe mucho. ¡hiciste bien en partir, arthur rimbaud! hoooo en el steamer de un capstan que huma los añiles del horizonte primo, del gris amoratado, navego por gaviotas que sucumben a miles y por islas de vidrio que se apartan a nado. dice la gente que serías... nupsa pusch? digan lo que digan no saben que va todo esto. sobre las manos te paseas ¿de qué color son los pájaros? ¡tanto horror le inspira el hombre a su propio semejante! amigos muertos que caminan en las tardes grises hacia frontones de pelota solitarios. puede ser que al decir esto me equivoque, pero puede ser también que diga la verdad. lo mejor de todo es no existir, lo mejor en segundo lugar, morir pronto si el hombre supiera que el destino es libertad estaría salvado para siempre. nupsa pusch? no quiero seguir viviendo contigo bajo el miedo. ahora que usted está bien enterado de lo que puede ser alcanzado en mí (y curado por las drogas), de la zona de conflicto de mi vida, espero que sabrá suministrarme la cantidad suficiente de líquidos sutiles, de reactores especiosos, de morfina mental, capaces de sobreponer mi abatimiento, de enderezar lo que cae, de juntar lo que está separado, de reparar lo que está destruido. peregrinos que vivís meditabundos talvez en algo que no veis presente ¿venis desde una tan remota gente que os miro, con agobios tan profundos? necesito estar a oscuras, necesito regresar al hombre. no quiero que me toque la muchacha, ni el rufián, ni el ojo del poder, ni la ciencia del mundo. no quiero ser tocado por los sueños. el suelo está emparedado de almas y de mujeres con un sexo hermoso donde los minúsculos cadáveres reflejan sus momias. ésta es la soledad de mil cabezas, la gárgola que aúlla, la gallina desesperada. que jamás el destino, comprendiéndome mal, me otorgue la mitad de lo que anhelo. la tripulación estaba completa. contaba con un limpiabotas, un sombrerero que también hacía capuchas; un abogado, a quien trajeron para que pusiera orden en sus disputas; y un tasador, para que valorase sus pertenencias. nupsa pusch? raquel se burla y nos insulta cada vez que nosotros nos lamentamos.

(de Manicomio)


Pain pain pain


Paso al cholo ebúrneo
Paso al que esputa el negro ahogar de los bellacos
Paso al de la logoclonia el tic la rabia
Paso a la atrabilis rapera de los Conos de Altamira
Paso al rompedor socavón del tocapus decir
Paso al que partitura rayo oro de lengua al sol

(heraldos agobiados por lo que suponemos
LITERATURA NACIONAL)

Pero, como el tonto coyote, todos llegaron a destiempo.

Y así, bruto,
de corazón a pie
-VaLLeJiAn RaPsOdy-
a paso agraz, de tanto cantar
¿dónde el cantor?
fui a pulso pulmón.
Cantaba tenue tenor en tanto nos oían a mi mujer voz, a mi voz pífana, de niño berrinchido mi voz, la del je est un autre, oh voz constelada de otredades,
¿dónde estás vos?
Cantaba tanto que el artrítico amanuense estuvo por catastrar los sonidos de la mancha.
Empero en un impromptu detúvose y...

BLOOOOOOOOM

-Deténgase – nos dijo – si cantáis así unplugged por aquí no.
Esta es la vía que desemboca al canon.

¿Y pasó el que atora tora lengua en traje tinterillo?
¿Y pasó el de las bucólicas enfermadas en carbón?
¿Y pasó el poeta laxo avernal a jure por Darío?
¿La que gritó “soy un hombre”empapada
en coloide seminal?

Los japanis y yorkers los retrataron
entre turbas de pelícanos
y entraron chochos a parasitar
fagocitando lo que suponemos
LITERATURA NACIONAL)

(de La Trovata)

18 dic 2006

ENTENDIENDO LA NEGRITUD

Luis Carlos Mussó

La presente obra acomete una aproximación a la problemática de las manifestaciones culturales –y específicamente las literarias- en el Ecuador. Con un manejo lúcido de sus recursos retóricos, provisto de método y pertinencia, nos aleja de viejos prejuicios y arroja luces sobre “lo negro” en nuestras letras, para ayudarnos a leer mejor, agazapados también en su trinchera crítica. Adalberto Ortiz y Nelson Estupiñán Bass son los escritores convertidos en objeto del incisivo estudio de Miranda, que no descuida el peso de la oralidad dentro de la negritud, ni el de las composiciones de los decimeros esmeraldeños.
Desde el discurso de los textos visitados, que va desde la ambigüedad hasta la reelaboración de una identidad afroecuatoriana, parece empeñarse con carácter explorador en el reconocimiento de un horizonte que, aunque a menudo impugnado, siempre ha estado allí. A lo largo del texto se nota una preocupación por interpretar la expresión literaria de un universo que, pese a pervivir junto a otros, ha sido proscrito y estigmatizado como marginal. El autor pretende, de esta manera, descifrar este patrimonio cultural analizando los elementos de su sintaxis y despejando el camino para el lector. Complejidades como la asumida por este estudio, sus tensiones y movilizaciones internas, han sido sorteadas hacia el entendimiento de una idiosincrasia tan rica y cargada de sentido; hacia la lectura de procesos que devienen resistencia étnica e ideológica.


FICHA

Autor: Franklin Miranda
Título: Hacia una narrativa afroecuatoriana/ Cimarronaje cultural en América Latina
Editorial: Casa de la Cultura Ecuatoriana
Núcleo de Esmeraldas/ Abya-Yala

11 dic 2006



SE PRESENTA OBRA DE CUATRO POETAS GUAYAQUILEÑOS

Este miércoles 13 de diciembre de 2006, a las 19h00, en el Auditorio “Grupo de Guayaquil” de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, se presentará el libro Porque nuestro es el exilio, de los poetas guayaquileños Luis Carlos Mussó, Ángel Emilio Hidalgo, Ernesto Carrión y Fabián Darío Mosquera.

Porque nuestro es el exilio, publicado por Eskeletra Editorial, es una muestra que recoge buena parte de la producción lírica de estos cuatro autores, diferentes entre ellos, pero con sólidas propuestas literarias. Luis Carlos Mussó, Ángel Emilio Hidalgo y Ernesto Carrión han publicado varios libros y recibido premios nacionales. Fabián Darío Mosquera es el único inédito.

En el estudio introductorio de Porque nuestro es el exilio, el poeta y crítico peruano Maurizio Medo se refiere a los poetas guayaquileños en estos términos:

- Sobre Luis Carlos Mussó: “Desde mi perspectiva rubrico la idea de Milán de ese espacio como un no-lugar (…) contiene todos los lugares y todos los tiempos. Esta idea pareciera encarnarse en la poesía de Mussó”.

- Sobre Ángel Emilio Hidalgo: “Aparece exento de todo evasionismo artístico por su conciencia y diálogo con la historia; hace a un lado a la urbe y los espacios públicos –con algunas excepciones- para, más bien, volver a lo esencial mediante trazados versales de estirpe metafísica”.

- Sobre Ernesto Carrión: “Lo que obra Carrión con el poema, hurgando por diversos niveles de fabulación (mitopoética, histórica y literaria), es un carnaval: un carni-vale.

- Sobre Fabián Darío Mosquera: “En la estrategia de Mosquera, el lenguaje “clásico” confluye con su desnaturalización barroca o neobarroca (…) El gran protagonista en la poética de Mosquera no es el “Yo”, ni su máscara. Se trata, más bien, del propio lenguaje”.

Porque nuestro es el exilio es una apuesta al trabajo literario exigente y serio en nuestro medio, un compromiso con la poesía y la vida. Un testimonio de cuatro poetas guayaquileños contemporáneos que manejan voces, temas y discursos diferentes.

Se trata de un libro que interpela al canon oficial, precisamente porque está escrito desde el puerto. Pero, como dice Murizio Medo acerca de estos escritores, “lo importante es apreciar qué hacen con el lenguaje”. Esta obra nos invita a descubrir sus variadas propuestas líricas.

La presentación estará a cargo del escritor Miguel Donoso Pareja y de la investigadora y catedrática Tina Zerega. La entrada es libre.


6 dic 2006


ABIERTO EL CERTAMEN DE POESIA HISPANOAMERICANA, "FESTIVAL DE LA LIRA"

Mañana en el Museo Municipal de Guayaquil, el poeta y crítico de arte Cristóbal Zapata, dará a conocer al público los detalles sobre la organización de este concurso internacional, auspiciado por el empresario Juan Eljuri Antón y la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, cuyo Presidente es el poeta Efraín Jara Idrovo. La cita para los interesados es a las 19h00, en el Auditorio del Museo Municipal (Sucre entre Chile y Pedro Carbo).

BASES

1. La Fundación Cultural Banco del Austro y la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, instituciones de la ciudad de Cuenca (Ecuador), convocan a la primera edición del certamen Poesía Hispanoamericana “Festival de la Lira”.


2. El premio único consiste en treinta mil dólares, una Lira de Oro y diploma, y se concederá al autor del mejor poemario escrito y publicado en idioma español durante el bienio comprendido entre el primero de enero de 2005 y el treinta y uno de diciembre de 2006.


3. Podrán concurrir todos los escritores, cualquiera sea el país de procedencia o residencia. Cada autor podrá presentar hasta dos libros, acompañados de un sobre cerrado, que contendrá: nombre y apellidos, nacionalidad, domicilio, teléfono, correo electrónico del autor, así como una breve nota bio-bibliográfica y una fotocopia del Documento Nacional de Identidad o del pasaporte.


4. Las obras deberán ser enviadas en número de cinco ejemplares a la siguiente dirección: POESIA HISPANOAMERICANA. FESTIVAL DE LA LIRA. Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, calle Presidente Córdova 7-89 y Luis Cordero, Cuenca-Ecuador, o a la casilla postal de la institución: P.O. Box 01.01.4907.


5. El plazo improrrogable de admisión de obras finaliza el 2 de febrero de 2007, admitiéndose los trabajos que se hayan presentado en las oficinas de correo con esa fecha.


6. El premio será otorgado por mayoría de votos y no podrá ser dividido ni declarado desierto. El jurado podrá conceder dos menciones que se denominarán “Lira de Plata”.


7. La ceremonia de premiación se realizará el día 6 de abril de 2007. Los organizadores cubrirán los gastos del traslado del ganador a la ciudad de Cuenca y su estadía.


8. El autor del poemario ganador otorga al certamen el derecho, sin exclusividad, de publicarlo en la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay. Esta edición estará destinada solamente a su circulación en Ecuador.


9. El jurado integrado por figuras de renombre internacional, acompañará su veredicto con un juicio razonado sobre el valor de la obra premiada y resolverá cualquier situación no prevista en esta convocatoria.


10. La participación en este premio implica de forma automática la plena y total aceptación de las presentes bases.

Mayor información: inscripcion@festivaldelalira.com

4 dic 2006

LUIS CARLOS MUSSÓ OBTIENE EL PREMIO JORGE CARRERA ANDRADE, 2006

El viernes 1 de diciembre y en ceremonia presidida por el alcalde Paco Moncayo, el Municipio Metropolitano de Quito concedió el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (al mejor libro de lírica publicado durante el último año) a Tiniebla de esplendor, de Luis Carlos Mussó.


Vigilia entre la luz y la oscurana

Por Fabián Darío Mosquera*

El poeta guayaquileño Luis Carlos Mussó vuelve, en su libro Tiniebla de esplendor, a la utilización de la ciudad como telón de fondo y, al mismo tiempo, como símbolo de la ausencia de sosiego y del brusco galopar de los sentidos.
Es en una "Babilonia tropical" (como la define Fernando Nieto Cadena) sembrada de tabernas y lupanares, donde Mussó se plantea la naturaleza de algunos paradigmas siempre inquietantes: la escritura entendida como llaga y oficio, la mujer como propiciadora del deleite y la derrota, la Historia como exhumación de las tradiciones griega y judeocristiana.
"Los vagones se arrastran hacia el trópico de colibríes", dice en algún momento el autor, aludiendo quizá a una travesía en busca del calor frondoso que palpita en la intimidad de estos poemas, escritos con cabal entendimiento del oficio lírico.
A través de la paradoja del título (que proviene evidentemente de "la oscura claridad" de Cornaille), la obra sugiere la imagen del ser humano como contradicción, signo en constante tránsito, estatua de ceniza que se deshace con facilidad para que el viento la forje y disipe de nuevo, marcando así el pulso de lo que llamamos vida, mostrando las "distancias habitadas" que llamamos memoria o nostalgia.
Tiniebla de esplendor es un libro maduro, contundente e incisivo, que logra lo que todo poemario debe: conciliar equilibradamente su carga semántica con una arquitectura de imágenes luminosas. Se trata de un libro que constituye una iniciativa importante, dentro de un ambiente en el que la poesía de buena factura es condenada a un ostracismo vergonzoso.
DOS
Si los pájaros agobian mis husos con negaciones de la muerte,
se fugan tus manos luminosas como dos aviones de guerra
escapando en la noche del Barón Rojo.
¿Qué santo y seña, qué signo grabado y dispuesto para su lectura,
qué zarza incendiada en lo alto del monte
orientará nuestros placeres?
OMEGA
(el anillo de Moebius)
I
De pie, ya en la cantina, escucho las campanas que repican a muerto. Sobre la mesa, cientos de papeles amarillos.
II
Abro los ojos como cenotes, en medio del invierno restringido. Indago entre versos blancos, entre el vaho de la noche angosta.
III
Sentado en la cantina. Persisten las campanas con la babel de sus badajos. Improviso: sin leer ningún papel amarillo, intuyo por quién repican a muerto.
IV
Esto soy yo.
V
¿Esto soy yo?
*Publicado en Expreso, el 10 de septiembre de 2006

1 dic 2006



Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) es un poeta trascendental en el escenario de las letras hispánicas. Un poeta que trabaja el lenguaje con la habilidad de un cirujano, un heraldo incansable y silencioso del íntimo rumor de la palabra.

Su verbo brillante -poco conocido hasta que obtiene el Premio Nacional de Literatura en 1988- se expresa como un verdadero canto a la existencia, incluso más allá de la vida, según las coordenadas de una obra repleta de simbolismos. Gamoneda es un defensor atrincherado de la “poesía pura”, como en su momento lo fueron Mallarmé y Valéry.
Por eso, ha sido una “isla” en un país donde impera la ya desgastada “poesía de la experiencia”. El Premio Cervantes para Gamoneda es el justo reconocimiento a una obra fraguada desde la madurez, el rigor y la exigencia.

Nos unimos, pues, a las voces de regocijo y satisfacción que se han levantado en el mundo hispano, a propósito de la consagración de este enorme maestro y poeta.


De Libro del frío (2003 –edición revisada y aumentada de la original, 1992-):

Pájaros. Atraviesan lluvias y países en el error de los imanes y los vientos, pájaros que volaban ente la ira y la luz.

Vuelven incomprensibles bajo leyes de vértigo y olvido.


***

Hablan los manantiales en la noche, hablan en los imanes del silencio.

Siento la suavidad de las palabras olvidadas.


***

Esta hora no existe, esta ciudad no existe, yo no veo estos álamos, su geometría en el rocío.

Sin embargo, éstos son los álamos extinguidos, vértigo de mi infancia.

Ah jardines, ah números.


***

Hay un anciano ante una senda vacía. Nadie regresa de la ciudad lejana; sólo el viento sobre las últimas huellas.

Yo soy la senda y el anciano, soy la ciudad y el viento.


***

Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el silencio de las últimas ramas.

Esto era el destino:

llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.


***

Hueles los lienzos húmedos, tus ácidos. Eso queda de ti, un espesor viviente.

Ves el espejo sin mercurio. Es sólo vidrio sumergido en sombra y dentro de él está tu rostro. Así

estás tú dentro de ti mismo.


***

Entra en tu cuerpo y tu cansancio se llena de pétalos. Laten en ti bestias felices: música al borde del abismo.

Es la agonía y la serenidad. Aún sientes como un perfume la existencia.

Este placer sin esperanza, ¿qué significa finalmente en ti?

¿Es que vas a cesar también la música?


***
Amé las desapariciones y ahora el último rostro ha salido de mí.

He atravesado las cortinas blancas:

ya sólo hay luz dentro de mis ojos.



“Así como la literatura reposa en la ficción, la poesía es una emanación de la propia vida. Son mi sufrimiento y mi gozo los que se manifiestan en mi poesía. Por tanto la poesía es una verdad en sí misma y no tiene que ver demasiado con la ficción y por tanto alguna vez he dicho que la poesía no es literatura”.

“La poesía es un arte de la memoria. Pero la memoria es siempre conciencia de pérdida (de lo que ya no está con nosotros... conciencia de progresivo acercamiento a la muerte)”.


Antonio Gamoneda