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31 dic 2007

CASA DE LAS IGUANAS, LA POESÍA ECUATORIANA Y EL 2007:
365 DÍAS DE LETRAS Y NOTICIAS
Por Luis Carlos Mussó

El año 2007 fue bueno con la lírica y con la literatura del país. A un número significativo de libros y ediciones se suman los deseos y trabajos cada vez mayores por remarcar al Ecuador en el mapa cultural del mundo. Y con resultados.




PUBLICACIONES NOTABLES

Dignos de atención fueron los poemarios Abrazadero y otros lugares, de Roy Sigüenza (Cuenca, CCE, Nº 1 de la Colección Último round), Constelación del instinto, de Humberto Vinueza (Quito, CCE), Ámbar negro, de Alexis Naranjo (Quito, Orogenia), La máscara desnuda los trazos de mi cara, de Bruno Sáenz Andrade (México, Colibrí, de la Universidad Autónoma Metropolitana de Azcapotzalco), Demonia factory, de Ernesto Carrión (Lima, Zignos), La vida angosta de Alfonso Espinosa Andrade (Quito, CCE) y A cambio de monedas y palabras, de Franklin Ordóñez (Quito, El ángel terrible). La Casa de la Cultura Ecuatoriana continúa con sus colecciones de poesía: Memoria de Vida (el último tomo está dedicado a la obra de César Dávila Andrade), Poesía Junta (con sus números dedicados a la lírica de Julio Pazos y de Carlos Eduardo Jaramillo, que este año ganó el Premio Espejo en literatura) y Palabra Viva.




La M. I. Municipalidad de Guayaquil presentó su colección de novelas ecuatorianas, con títulos representativos de nuestra narrativa. El cuento también ha tenido su importancia, con libros como La mirada del cíclope, de Eduardo Adams (Guayaquil, Banco Central), Conjeturas para una tarde, de Eduardo Varas (Guayaquil, Banco Central), El lugar de las apariciones, de Solange Rodríguez (Guayaquil, Edino) y El pan y la carne, de Cristóbal Zapata (Quito, Eskeletra). En novela, están los libros Poso Wells, de María Gabriela Alemán (Quito, Eskeletra), Jardín Capelo de Javier Vásconez (Quito, Orogenia), El invitado, de Carlos Arcos (Quito, El Conejo) y La guerra de la funeraria de Byron Rodríguez (Quito, Planeta).




CONGRESOS Y ENCUENTROS

Enero (Encuentro de las culturas en Quito, Ambato, Riobamba, Otavalo)

Llamado a que las voces que escriben poesía en América Latina en los idiomas autóctonos (mapuche, quichua y lenguas indígenas de Colombia, Chile, Perú y Bolivia) se encuentren con las mestizas, las que escriben en castellano. Organizado por el Ministerio de Educación del Ecuador. Por el país anfitrión estuvieron Efraín Jara Idrovo, Sara Vanégas Coveña, Ariruma Kowi, Maritza Cino, Margarita Lasso y Luis Carlos Mussó.

Marzo (Encuentro de escritores Cuba-Venezuela, en Caracas, Venezuela)

Congreso destinado a discutir y definir líneas de política cultural entre actores culturales de Cuba y Venezuela y que contó con escritores invitados de Ecuador, Bolivia, Jamaica, Trinidad y Tobago. Por Ecuador estuvieron el Ministro de Cultura, Antonio Preciado, la narradora Natasha Salguero y el poeta Luis Carlos Mussó. Una de las metas es fortalecer el ALBA desde una perspectiva editorial y agilitar su trabajo en nuestros países.

Marzo (Fiesta de la palabra, en Guayaquil)

Un año más, la Alianza Francesa celebró días intensos dedicados a la palabra escrita. Casa de las Iguanas incluyó en su programa lanzamientos de libros, lecturas y conversaciones con el público.


Junio (Festival Internacional de Poesía, en Medellín, Colombia)

Uno de los encuentros de poesía más importantes del mundo. Reúne a voces de todos los continentes. Y esta vez invitó a los poetas ecuatorianos Antonio Preciado (que no pudo asistir) y a Ernesto Carrión, ganador del Concurso Latinoamericano de Poesía “Ciudad de Medellín” con su libro Demonia factory. Las memorias ya han sido publicadas en edición bilingüe a cargo de la revista Prometeo, organizadora del Festival.



Julio (II Feria Expolibro, en Guayaquil)

En la Feria del Libro, la Alianza Francesa de Guayaquil y el Proyecto Cultural Casa de las Iguanas se aliaron para presentar una propuesta a la comunidad del puerto. El año pasado fue el Encuentro “Paco Tobar García” y ahora, en el 2007 se denominó Encuentro “David Ledesma Vásquez”. En el Palacio de Cristal hubo lanzamientos de libros, charlas, lecturas de textos (con poetas invitados como Alexis Naranjo, César Eduardo Carrión, Juan José Rodríguez Santamaría, Ana Minga, Roy Sigüenza, entre otros) exhibición de videos (entre ellos, “Retratos parlantes”, que narra la experiencia del Encuentro Latinoamericano de Poesía “Poquita Fe” 2006, en Santiago), presentación de las obras completas de David Ledesma Vázquez (Colección Memoria de Vida) y la posibilidad de que el público se actualice en la oferta de lírica en el medio.




Septiembre (País Imaginario, en Lima, Perú)

Creadores de varios países latinoamericanos se unieron en el lanzamiento de la colección latinoamericana de poesía País imaginario, a cargo de la Editorial Zignos -dirigida por Harold Alva-. Se presentaron Manicomio de Maurizio Medo (Perú), Síncopes de Alan Mills (Guatemala), Litane de Alejandro Tarrab (México), Óxido de Jorge Hurtado (Perú), Explanans de Manuel Barrios (Uruguay), Segunda mano de Héctor Hernández Montecinos (Chile) y Demonia factory de Ernesto Carrión (Ecuador).

Octubre (en Cali, Colombia)

Encuentro creado para convocar a mujeres que escriben poesía. En representación de Ecuador asistió la poeta Aleyda Quevedo Rojas.

Octubre/noviembre (Tordesilhas, en São Paulo, Brasil)

Con el fin de disminuir las barreras entre los creadores en lenguas castellana y portuguesa, nace esta iniciativa por parte de la Caixa Cultural de São Paulo, Instituto Cervantes, Editorial Amauta y otras instituciones. Poetas de Argentina, Brasil, España, Perú, Paraguay, Chile, Portugal, México, Ecuador y Guatemala se citaron para leer sus creaciones y para abordar temas de actual interés. Por nuestro país fue invitado el poeta Luis Carlos Mussó. Las memorias están próximas a salir editadas.

Noviembre (Latinale, en Berlín y otras ciudades de Alemania)

Un recital itinerante en algunas ciudades alemanas invitó a poetas latinoamericanos y convocó al público germano interesado en la literatura en castellano. El Instituto Cervantes ayudó a su organización. Autores como Héctor Hernández Montecinos y Paula Ilabaca (Chile), Miguel Ildefonso (Perú) y Paúl Puma (Ecuador) leyeron sus creaciones.


RECONOCIMIENTOS


Dos premios internacionales obtuvo el Ecuador en lo que a poesía se refiere durante el 2007. El uno, el Premio Festival de la Lira, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, que fue otorgado a Alexis Naranjo por su libro Sacra; y el otro, el primer lugar en el VI Concurso Latinoamericano del Festival de Poesía de Medellín, cuyo ganador fue Ernesto Carrión por el poemario inédito Demonia factory. En el primero de los premios mencionados estuvieron como finalistas los poetas Maurizio Medo y Mario Campaña, entre otros. El Premio Nacional de Literatura Aurelio Espinosa Pólit, en género Poesía (de la PUCE), fue fallado en favor de Carlos Vallejo. El M. I. Municipio Metropolitano de Quito se hizo presente también con sus premios a la creación literaria: el Jorge Carrera Andrade (al poemario publicado) cayó en manos de Humberto Vinueza, por Constelación del instinto; obtuvo una mención en dicho premio el poeta César Eduardo Carrión por Revés de luz; este autor también presentó su profundo libro de ensayos La pequeña flecha envenenada, sobre la obra hermética de César Dávila Andrade. El Joaquín Gallegos Lara (a novela publicada) fue para Carlos Arcos, por El invitado; el mismo premio en género cuentario publicado fue obtenido por Cristóbal Zapata por El pan y la carne. En cuento también, Fabián Darío Mosquera ganó el primer lugar en el Premio de Cuento organizado por la Sociedad Femenina de Cultura. Como noticia de cierre del año, el poeta Juan José Rodríguez Santamaría fue finalista en el prestigioso Premio Adonáis de la Editorial Rialp de Madrid, en su 61º edición.

Además de estos reconocimientos y premios, felicitamos a Ángel Emilio Hidalgo, por su proyecto "La luz que deja huella", becado por el Ministerio de Cultura. Y de igual forma a Javier Cevallos y Patricio Briceño, también adjudicatarios de sendas becas. También desde este año Ecuador se adhiere a la internacionalmente reconocida curaduría LAS ELECCIONES AFECTIVAS, que irá presentando un acercamiento a la poesía última de nuestro país.


DE ÚLTIMA HORA

No empieza el 2008, pero ya hay noticias editoriales. En efecto, el próximo año verán la luz no pocas antologías de poesía ecuatoriana. Solo por mencionar algunas, están las de la renombrada revista mexicana Blanco Móvil, del D.F., y también la que está poniendo en su punto la Corporación Orogenia, de Quito. Ahí está también la que alista la editorial El perro y la rana, de Caracas, Venezuela y preparada por Aleyda Quevedo. La gente de Casa de las Iguanas alista la presentación de varias ediciones; así, se lanzarán dos libros de Luis Carlos Mussó: Minimal hysteria (Cuenca, Último round) y Las formas del círculo (Quito, CCE en su Colección Palabra Viva). De igual manera, dos poemarios de Ernesto Carrión: Demonia factory (Quito, Eskeletra) y La muerte de Caín (Quito, CCE). Y aún hay más...

21 dic 2007



El espacio y la idea*

Por Lupe Álvarez**

La muestra “El espacio y la idea” tiene una relevancia especial para el Museo Municipal de Guayaquil. Todas las obras allí exhibidas (que ocuparán las dos salas transitorias) han sido concebidas a propósito –o incluso creadas- en el contexto de los salones y festivales que la institución promueve dentro de su labor de apoyo al desarrollo del arte.

El Salón de Julio y el FAAL (Festival de Artes al Aire Libre) constituyen, históricamente en el caso del primero y dentro de los más recientes estímulos al trabajo creador y a la cultura artística en el del segundo, eventos al calor de los cuales se han producido algunas de las propuestas más notables de los últimos tiempos y bajo su manto se han desplegado muchas de las preocupaciones que animan hoy la escena de arte contemporáneo local. Es por ello que amerita en la conmemoración del 99 aniversario de la institución, considerar algunas de estas vertientes ejemplificadas en obras y procesos exhibidos en esta muestra.

Se trata de una exhibición con una cota temporal precisa –todas las obras son del siglo XXI- y esto se debe a que el evento al aire libre se realiza desde el año 2000. También es importante destacar que la mayoría de las piezas pertenecen a la reserva del museo y han sido reconocidas y premiadas en estos eventos. Otro aspecto notable es que el concepto que articula y justifica la elección y el agrupamiento de las mismas permite que dialoguen en un mismo espacio obras pertenecientes a ambos certámenes.

El sentido de la exposición gira en torno al tratamiento del espacio en el arte y al modo en que este es cada vez menos evocado en su dimensión física o como contenedor apreciado por sus cualidades ya sea estéticas o funcionales.

Los artistas en estas obras ponen en evidencia una relación con el entorno donde este es “interpretado expresivamente” para catalizar otras perspectivas En todos los casos los espacios son aludidos, señalados, revelados o intervenidos más allá de sus usos, con el fin de alimentar el cuestionamiento de su retórica ya sea arquitectónica o urbanística, o de interpelar su existencia en los discursos oficiales.

La muestra ejemplifica también el peso de las transformaciones urbanas en las prácticas artísticas y cómo su impronta no sólo realza la presencia del espacio habitado, sino la forma en la que normativas y regulaciones del uso del mismo, nos afectan.

Dos núcleos apuntalan el discurso museológico. El primero se cobija bajo una frase de Gordon Matta–Clark, ese gran artista del siglo XX que nos llevó a re-pensar críticamente los espacios urbanos y arquitectónicos contemporáneos: “La casa vivida no es una caja inerte. El espacio habitado trasciende el espacio geométrico”. El otro, "Re-visitando el plein air" recoge propuestas que aprovechan las circunstancias que la creación al aire libre propicia, para desplegar prácticas artísticas donde la situación sirve para añadir complejidad al espacio promoviendo sobre él lecturas que trascienden lo mismo su identidad física que la regulación de sus usos.

En el contexto de la muestra las certezas de Matta-Clark que levantan el primer núcleo despejan en la representación, el carácter neutral de los espacios arquitectónicamente sustentados inscribiendo sus significados en una zona donde confluyen historias personales y motivaciones sociales. Las obras de este reparto se afirman con estrategias diversas, ya sea proponiendo desvaríos sobre la identidad física del espacio ("Villa Rosita" de Maria Lorena Peña), señalándolo de manera inconveniente("El Big Brother y el Guayanheim son frijoleros" de Wilson Paccha) , creando extensiones que perturban con contenidos sediciosos las lecturas funcionales de la arquitectura y el urbanismo (Stéfano Rubira, "Fin de semana con Ray" y Saidel Brito, "Labores domésticas"), afirmando sentidos impropios (Billy Soto, "Borregos en Guayaquil" y Juan Caguana, "Prácticas de invierno"), re-contextualizando espacios conocidos, a veces olvidados o, por el contrario, demasiado emblemáticos (Pedro Gavilanes, "En casa del caníbal cuchillo de afilado")…Todos estos giros favorecen el cruce de discursos diversos donde connotaciones históricas y actuales concurren para perfilar identidades políticas.

En este caso, el espacio de la representación que la pintura ofrece -es el medio expresivo predominante en este núcleo-, genera una especie de “sobrearquitectura” distorsionada y utópica que, dada su existencia exclusivamente simbólica podría señalar a un real precario, intratable y sobreestructurado en sus falencias. Estas experiencias dicen más de las actitudes que tenemos hacia los espacios; hablan más de lo que ellos son para nosotros, que de lo que quizás, podrían ser. El espacio incontenible que la representación asienta tiene la facultad de fabular, de proponerse como existencia confusa en el mundo escurridizo de los lenguajes.

El segundo núcleo expositivo: Re-visitando el "plein air"pretende incorporar un modo de tratar el espacio que, más allá de la representación, oficia de contexto y función de la propuesta. Si para los impresionistas maestros del pleinerismo, salir del estudio significaba conquistar el carácter mismo de la luz -un elemento que había estado siempre subordinado a la composición-; y para nuestros maestros precursores de un arte nacional significaba desechar los gastados motivos académicos a favor de la vitalidad del entorno propio, la visión de un arte "al aire libre" hace rato que dejó atrás su significado como representación o como proceso creativo aireado y expuesto a un espectador curioso, para convertirse en un dispositivo que acciona una serie de connotaciones del espacio como espacio público al margen de cualquier sentido estético. Se trata entonces de aprovechar el sistema de relaciones sociales que el espacio encarna, un sistema en el que el arte se re-enuncia y se pone en función de las circunstancias que el ámbito público –la ciudad, el malecón en este caso- brinda.

Obviamente este lugar propicia soluciones naturalmente alejadas de las convenciones estéticas, favorece gestos, acciones y procesos donde el "todo está dentro de la cultura" brilla con mayor nitidez. La reinvención del espectador como sujeto que interpreta su nueva función en el arte a partir de coordenadas que el artista propone es también un contenido fundamental en estas prácticas artísticas. Como las manifestaciones que aquí vemos se enmarcan dentro de una actividad en la que lo artístico tiene un protagonismo (el FAAL), la pregunta sobre la naturaleza del arte- el común ¿estamos o no, ante una obra de arte? -queda siempre en pie aunque ahora esté acompañada de aquellas reflexiones y preguntas que las acciones sugieren.

Es preciso señalar que una vez que estas propuestas abandonan su contexto natural y congelan sus procesos en documentos para ser exhibidos el display museográfico necesita adecuarse conceptualmente para que la obra exista con sentido propio en uno y otro espacio. Aquí cuentan lo mismo aquellas piezas en las que queda un elemento escultórico- el caso de "Sombras nada más" de Lorena Peña-, las obras con posibilidades instalativas que permiten incluso, hacer ciertos guiños a tradiciones estéticas acuñadas, como es el caso de "De cemento somos", de Lenin Mera; procesos de trabajo que explotan las posibilidades museográficas de diversos registros como los de "Eyos y LLo" de Ilich Castillo o los del emplazamiento "Reflexiones sobre un no-lugar" del dúo Graciela Guerrero y Gabriela Cabrera y también creaciones paralelas que explotan un sentido más afirmado en lo estético como sucede en "Bitácora (Paseo Shopping)" de Juan León.

Es así que el espacio en sus múltiples acepciones se plantea como reto para la visión de esas grietas que descubren una interioridad desafiante; como superficie en la que podrían inscribirse mil signos decidores de sus aristas conflictivas y dentro de él la ciudad: que es a la vez historia y ámbito de transformación cotidiana en tanto es habitada, vivida. Como dice Lorena Peña: "como artista puedo ver a la ciudad como página en blanco, puedo "mirar" y atender a sus cambios".


* Esta exposición de arte contemporáneo permanecerá abierta en el Museo Municipal de Guayaquil, hasta fines de enero del 2008.
**Historiadora del arte y catedrática universitaria. Curadora de la muestra “El espacio y la idea”.

15 dic 2007

JUAN KRUZ IGERABIDE, DESDE EL PAÍS VASCO


Juan Kruz Igerabide (Aduna, Guipúzcoa, 1956). Profesor de la Universidad del País Vasco. Autor, entre otros títulos, de Begi-niniaren poemak (Poemas para la pupila), ed. Hiparión; Botoi bat bezala (Como un botón), ed. Anaya-Haritza; Egun osorako poemak, ed. Pamiela (Poemas para las horas, ed. Edelvives); Hosto gorri, hosto berde (Hoja roja, hoja verde), ed. Atenea; Mailu isila, ed. Alberdania (Martillo silencioso, ed. Atenea).

Hallamos a Juan Kruz en los pasillos de la Caixa Cultural, en los recesos entre los eventos del Encuentro de Tordesilhas. De hablar pausado, Juan nos habla de uno de sus temas predilectos: la literatura. Y lo hace, obviamente, desde su perspectiva de creador y estudioso (y vasco).

1. Juan, desde Linguae Vasconum Primitiae hasta la mayoría de edad de la literatura en euskera y nombres como Jon Mirande, Juan Mari Lekuona, Arantxa Urretabizkaia o Bernando Atxaga hay un largo recorrido. ¿Podrías darnos pistas para tener una ruta en un seguimiento de la poesía vasca?

A la primera obra Linguae Vascomun Primitiae (1545) del vascofrancés mosén Bernat Etxepare hay que añadir el manuscrito recientemente descubierto Dianea… del alavés Juan Pérez de Lazarraga, de la misma época, en la otra vertiente de los Pirineos, en la parte peninsular del País Vasco. Si a ambos poetas añadimos al erudito Oihenart (1592-1667), autor, además de una obra poética considerable, de la primera poética en euskera, hay que concluir que la literatura vasca arranca desde sus inicios con una mayoría de edad estética cuyos frutos quizá fueran en su tiempo algo más numerosos de los que hemos heredado; hay estudiosos que suponen que se han perdido bastantes obras. Es verdad que, posteriormente, se echa en falta un desarrollo poético fuerte en la época barroca y que la etapa clasicista sólo ha dejado huellas de segundo orden, y además la explosión romántica no ha dado lugar más que a obras marginales que nos dejan orillados de la gran explosión espiritual que recorrió Europa en el siglo XIX. Ya bien entrado el siglo XX, se produce una cierta recuperación de dicha explosión espiritual a través de un simbolismo tardío que, a pesar de todo, no dejó de provocar una honda conmoción a través de la poesía de Lauaxeta y sobre todo de la de Lizardi, cuya lectura emocional de la naturaleza situó a la poesía vasca en la parrilla de salida para unirse al devenir poético que recorrería el mundo a lo largo del siglo XX. En la segunda mitad de dicho siglo, la obra de Mirande absorberá hasta las raíces la savia romántico-simbolista (Baudelaire, Rimbaud… hasta el fondo) y Aresti lanzará un cabo que ligará la poesía vasca con la poética del momento: la poesía social que nació en tiempos del franquismo en toda la península. A partir de este punto, el existencialismo y los posteriores movimientos hasta el postmodernismo se verán reflejados en poetas de la más diversa índole. Es curioso ver a Atxaga escribir en los años 70 una poesía dadaísta (movimiento que no había tenido representación en la poesía vasca) junto a los experimentos vanguardistas de Artze. Pero, al mismo tiempo, Atxaga inauguraría junto con Sarrionandía, Felipe Juaristi, Koldo Izagirre y un grupo de poetas cada vez más nutrido, un despegue definitivo de la literatura vasca hacia la literatura universal de la época posmoderna, que en mi opinión no deja de ser más que una ramificación de la convulsión que, originada por el romanticismo, sigue resonando como un Big Bang en los diversos desarrollos que se suceden en el arte contemporáneo. En esta visión me acerco bastante a la perspectiva que adoptó Octavio Paz en, por ejemplo, Los hijos del limo y que a grandes rasgos sigue resultando válida, en mi opinión.

Con respecto a los otros autores que me citas, junto a Arantxa Urretabizkaia hay que citar a Mikel Lasa, referente importante en la renovación de la lírica vasca. En cuanto a Juan Mari Lecuona, es un poeta que, junto con Gandiaga y en cierta medida Lete, han ahondado en la vía simbolista que inauguró Lizardi y que la han desarrollado de una manera personal y profunda, abriendo vías que actualmente siguen siendo cultivadas por otros poetas, pues una de las características de nuestra época es la gran variedad de perspectivas estéticas que conviven en el tiempo. En la actualidad, me parece bastante trasnochado hablar de movimientos estéticos que suceden a otros y los hacen caducos, pues los movimientos vanguardistas acabaron con esa concepción lineal del desarrollo de la poética. A la realidad actual se corresponde más la simultaneidad de perspectivas, en la que conviven planteamientos de la más diversa índole. La idea de “último grito” resulta ya infantil. Toda voz, todo grito puede ser al mismo tiempo original y trasnochado; la cuestión es si ese grito sacude las entrañas.

Espero haber sintetizado correctamente en estas pocas líneas esta visión personal del desarrollo de la poesía vasca. Para quien tenga interés en ahondar en el tema, puede consultar por ejemplo la Historia de la literatura vasca en español escrita recientemente por Iñaki Aldekoa (ed. Erein, 2005), que ofrece una panorámica completa de la literatura vasca, acompañada de uno de los mejores y más rigurosos análisis que se han hecho de la misma.

2. En el caso de la poesía en euskera, su proyección es doble e igualmente proyectada (hacia los mundos de habla castellana y francesa) o se inclina más hacia uno de estos dos ejes?

La poesía en lengua vasca nació con una influencia directa de la literatura francesa con Etxepare y de la literatura española con Lazarraga, y ha convivido con ambas lenguas a lo largo de todo su recorrido. Por ejemplo, no se puede entender a Lizardi sin Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez; no se puede entender a Mirande sin Rimbaud o Baudelaire. Pero dicha influencia se ha extendido a la literatura universal en general: Mirande tiene estrecha relación con la literatura de Poe, Aresti con Eliot, y actualmente podemos encontrar reflejos de Ajmátova, de Li Bai, de Basho, de Szymborska… Quiero decir que la relación de vecindad, que sin duda ha existido hasta ahora, se ha extendido a todo el planeta, debido el fenómeno de la globalización cultural. Uno de los grandes retos actuales es sobrevivir como literatura minoritaria en una lengua minoritaria, en medio del tumulto que se está organizando en todo el mundo y que no ha hecho más que empezar.

3. ¿Es más difícil para literaturas como la vasca desligarse de la política y de lo social?

La realidad social influye en la literatura, de frente o por la espalda. En el primer libro en euskara, Etxepare reivindica un puesto para la lengua vasca entre las principales del mundo y se enfrenta a los que piensan que se trata de una lengua incapaz de crear literatura culta. Por cierto, esto me recuerda a la reivindicación que hacían las primeras obras escritas en romance frente a la cultura en latín.
A finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, la irrupción de la ideología nacionalista provoca que el solo hecho de escribir en euskara se convierta en un acto político. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX, Mirande inaugura una feroz crítica a la ideología nacionalista conservadora y católica con una poesía descarnada y provocadora. Más tarde, Aresti liga el euskara con la reivindicación social y la ideología comunista, y posteriormente autores como Mikel Lasa, Atxaga y otros reivindican la autonomía de la literatura.

No obstante, la lucha ideológica a través de la poesía vuelve a tomar fuerza a finales de los 80 con Sarrionandia, Koldo Izagirre (con antecedentes en Gandiaga, cuya poesía franciscana sufre un giro de 180 grados y se ideologiza fuertemente) y otros más, que inauguran una poesía que alienta la lucha por la liberación nacional violenta, cercana a los planteamientos de ETA. Suceden hechos muy graves que afectan directamente al devenir de la cultura y crean una ruptura entre los que mantienen con mano de hierro una ortodoxia de enfrentamiento de lo vasco con lo español (desde una perspectiva de izquierda nacionalista) y los que abogan por una poesía no sujeta a la ideología nacionalista radical; uno de los hitos, entre otros muchos de menor impacto pero no menos importantes, lo marca la marginación sufrida por Imanol (emblemático cantante antifranquista, que interpretó poemas de importantes poetas vascos) y su posterior destierro. Se produce una rebelión silenciosa de muchos poetas que se desmarcan hacia una poesía personal y en ocasiones se enfrentan abiertamente a la dinámica impuesta por ETA.

En definitiva, la poesía vasca es actualmente equiparable a la que se escribe en otros lugares, pero sin duda el impacto de la realidad social y política se ve reflejado en él. Por ejemplo, el poema de Aresti “defenderé la casa de mi padre” se ha convertido en emblema de la lucha por la independencia. Conociendo su ideología comunista, es posible que Aresti no pensara exactamente así, pero dicho poema ha tenido un eco y un recorrido nacionalista radical. En uno de mis libros, contesto a Aresti: “Mi padre vive de alquiler”; alguno se pensará que me enfrento a él, pero yo creo que lo que estoy haciendo es recuperar su verdadero espíritu.

4. ¿Fue la instauración del euskera batua (vasco unificado) la solución que se esperaba?

Ha habido muchos malentendidos con respecto a dicha cuestión. El euskara batua no es más que un proceso (no un modelo prefabricado) de reunificación de la lengua literaria vasca, igual que han hecho el resto de las culturas desarrolladas. Se tomaron como base los dialectos centrales, enriquecidos con las aportaciones de los dialectos más periféricos. El proceso continúa. Hay quien piensa que la Academia de la Lengua Vasca creó un modelo y lo implantó. No es así. Trazó un camino por el que estamos transitando con correcciones y aportaciones sobre la marcha. En este momento, se puede decir que existe una lengua literaria unificada que ha traducido a Shakespeare y a muchos otros autores de la literatura universal y que está creando obras literarias que poco a poco se están traduciendo a otras lenguas del mundo. En la universidad, se están impartiendo las diversas disciplinas científicas en lengua vasca y se están creando modelos de prosa científica traduciendo con rigor manuales cuya calidad ha sido contrastada en el ámbito internacional, y obras de divulgación científica de reconocido prestigio.

A pesar de todo, es cierto que el futuro del euskara no está asegurado. Pero ¿qué lengua minoritaria tiene el futuro asegurado, cuando vemos tambalearse a verdaderos gigantes?
Un último apunte con respecto al euskara: para mí y para otros muchos escritores vascos, escribir en euskara no es una opción política, sino literaria. Somos fruto de una tradición modesta pero muy peculiar y nos aventuramos en la arena literaria con lo que hemos heredado. Hoy día, escritores en euskara los hay de todos los colores, en cuanto a ideología y poética.

5. En cuanto a escritores vascos que volcaron su obra en castellano (Blas de Otero y Gabriel Celaya, por ejemplo), ¿son vistos como casos raros?

En absoluto. En el País Vasco se ha producido una rica literatura en castellano. Unamuno hablaba euskara y se presentó a la cátedra de lengua vasca de la Diputación de Vizcaya, antes de renegar de dicha lengua y calificarla de incapaz para la cultura. Baroja reflejó los ambientes vascos como nadie, y lo hizo en castellano. Y la cosa viene de atrás: los fabulistas Iriarte y Samaniego son vascos, y más atrás aún, los primeros textos en castellano (Glosas emilianenses) llevan intercaladas algunas frases en lengua vasca (los primeros textos en euskara) y se supone que nacieron en estrecha relación con dicha lengua.

La literatura que hoy día se escribe en el País Vasco en euskara y la que se escribe en castellano transitan por canales diferenciados, pero hay puntos de encuentro, aunque lejos aún de unas relaciones fluidas. Revistas como Zurgai, entre otras, han hecho un esfuerzo considerable en dicha línea y la voluntad de acercamiento es innegable. Hoy día no puede identificarse a escritor en euskara = escritor nacionalista/independentista y escritor en castellano = escritor españolista/constitucionalista. El panorama es mucho más complejo y matizado.

6. Tu tesis doctoral abordó la influencia de la poesía popular en los poetas más importantes de la literatura vasca en la primera mitad del siglo XX. Cuéntanos al respecto.

Hay tres poetas fundamentales de la época que precede a la guerra civil del 36: Lizardi, Lauaxeta y Orixe. Lizardi y Lauaxeta transitaron principalmente por los caminos del simbolismo y del modernismo, y a la hora de incorporar la poesía popular a su poética tomaron como modelos a Machado y Juan Ramón Jiménez, entre otros. Lo pagaron caro, porque, en medio del fervor nacionalista que se vivió en tiempos de la República, la situación (y los críticos y animadores culturales como Aitzol) exigía de los poetas una poesía popularista y cercana al público, a la que no se doblegaron ni Lauaxeta ni Lizardi, a pesar de ser ambos cualificados militantes peneuvistas. Orixe pareció doblegarse, pero su actitud rigorista y tendente a la cultura clásica más exquisita lo alejó en la práctica de lo popular, a pesar del esfuerzo etnográfico realizado en Euskaldunak. Los poetas mencionados utilizaron la poesía popular para penetrar más a fondo en el “espíritu” de la lengua, pero transformaron los materiales y los pusieron al servicio de una poesía culta y rigurosa como la que les hubiera exigido un Mallarmé.

7. ¿Cómo se da tu incursión en literatura para el consumo del lector infantil y juvenil, tanto en la lírica como en la narrativa?

Yo bajé a la arena literaria de la mano de la poesía. La incursión en la literatura infantil fue de lo más natural; trabajaba de maestro de primera enseñanza y utilizaba poemas y cuentos infantiles con mis alumnos y creaba piezas para jugar con ellos. Al mismo tiempo estudiaba filología y preparaba mi tesis doctoral. Guardaba los materiales que creaba para los niños, sin darles mayor importancia, casi como un material didáctico más. Hasta que, un día, un poeta curioso, Felipe Juaristi, se puso a hurgar en mis carpetas y descubrió unos poemillas para mis alumnos. Insistió en que se publicaran, y recibí también el apoyo de escritores como Anjel Lertxundi e Inazio Mújica, que se encargaron de la publicación; a ellos les debo el haberme aventurado en un campo que luego me ha ofrecido tan gratas satisfacciones. El niño te obliga a crear una literatura desnuda; no hay ropajes que disimulen la falta de pálpito. La literatura infantil es toda una lección de humildad y a la vez un gran reto. Es cierto que se presta a lo facilón y a la ñoñería, pero al mismo tiempo dichos vicios quedan tan patentes que uno mismo se sonroja al verse retratado con tal claridad (a no ser que se ponga el antifaz comercial o el del éxito fácil)

8. Iñaki Aldecoa afirma que uno de los mayores aciertos en tu obra es la forma de hallar materia para la poesía en la cotidianidad y en lo sencillo de la existencia. Sin embargo, también tenemos poemas que actúan como puente con la historia y con grandes resonancias líricas. ¿Cómo es posible este doble camino?

Es el camino del árbol; eso es muy viejo. Se estiran las ramas más altas, tratando de alcanzar la mística celeste, pero por otra parte se ahonda en las raíces y se alimenta de inmundicias. Meditación metafísica mientras me tomo un yogur; los actos más simples conviven con los más trascendentes; es más, los actos más simples son los más trascendentes. Dicen los practicantes del zen que, tras el satori, uno se limita a comer cuando tiene hambre, beber cuando tiene sed y dormir cuando tiene sueño. Igual que antes, pero con otra mirada. Con la poesía, uno se limita a vivir la vida como siempre, pero con otra mirada. Me preocupa el misterio de la vida; de ella me habla tanto una cita de Baruch Spinoza como un clavo oxidado en un leño que voy a quemar en la chimeneta, o un caracol que se está comiendo tranquilamente la lechuga más sabrosa de mi huerta, o una vieja que me hace esperar más de lo que aguanta mi paciencia en un paso de cebra… Todo ello sirve de material poético. No estoy diciendo nada nuevo, y sin embargo cada vivencia concreta es nueva.


9. Si recordamos un verso de Juan Kruz: Zer eska nezake gaurtik hara? (“¿Qué puedo pedir ya?”) y te empujamos a que respondas a la interrogante, ¿qué nos dirías?

La vida me ha dado lo que me tenía que dar (patadas incluidas). Lo tengo todo: tengo palabras, tengo heridas aún sangrantes, tengo cicatrices que dibujan el universo, tengo aire y agua que me colman, tengo una tierra que me sujeta, tengo un poco más de amor que de odio, y además hay alguien cuyos ojos ruedan hasta mis manos. ¿Qué puedo pedir excepto la muerte, que ya está en mí en cada exhalación? Dios me sobra. Antes que él estaba yo.
Son palabras llenas de orgullo vital. Lo sé. Es el orgullo del que saca una mano tras ser sepultado por un alud.

10. ¿Qué pasará a la larga con el libro en su trato (nos negamos a decir “batalla”) con la imagen y otros registros mediáticos?

El placer de la lectura literaria en formato libro es difícilmente superable en otro formado, además de la posibilidad de disfrutar del libro como objeto estético. Ahora bien, parece evidente que el negocio editorial del libro sufrirá una merma y muchas informaciones se adquirirán en otros formatos más asequibles. Así ahorraremos mucho papel y evitaremos esas montañas de informes, memorias, etc. En este momento ya comienza a resultar más práctico y rápido consultar un diccionario en línea. Incluso en el terreno de la poesía Internet juega un papel cada vez más importante, en cuanto a divulgación y acumulación de materiales. No obstante, creo que el ser humano sería muy estúpido si perdiera el placer que supone el acto íntimo de leer un libro. Pero ya dijo Einstein que sólo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana; y no estaba muy seguro de lo primero.

11. Y en lo referente a la poesía en cuanto a género independiente o ecléctico, ¿cómo avizoras sus días venideros?

La poesía nace de una necesidad vital del alma (o de la psique). Es inherente al ser humano tratar de dilucidar el misterio de los misterios (para algunos el misterio de lo inefable, para otros el misterio del dolor, para otros el misterio de lo excelso, para otros el misterio de la mierda… da para todo). En cierta manera, la poesía es una religión universal y al mismo tiempo individual; es el ateísmo más radical y al mismo tiempo el lenguaje de comunicación con los dioses.
Desde otra perspectiva, la necesidad de expresión simbólica y afectiva surge en el ser humano desde la más tierna infancia, y la poesía es un medio incomparable (junto con la música, la pintura, etc.) para canalizar dicha necesidad expresiva. Desde ese punto de vista, la poesía es inmortal mientras exista el ser humano como tal. Otra cosa es qué tipo de poesía se va generando en cada cultura y en cada época.

La poesía pervivirá tanto de manera independiente como incrustada en otros medios de expresión, incluso acompañando a manifestaciones audiovisuales. Quizá desaparezcan las manifestaciones poéticas tal y como las conocemos ahora, pero tomarán otras formas; incluso podría desaparecer el poeta como oficiante especializado, pero la poesía sobrevivirá. No puedo concebir un mundo sin manifestaciones artísticas de algún tipo.

12. ¿Cuál ha sido la principal fortaleza del euskera para la resistencia a los esfuerzos por la homogenización cultural y lingüística?

Es un misterio. En un principio se pensó que se trata de una lengua que ha permanecido aislada en las montañas, lejos de las influencias culturales de otros pueblos. Pero hoy se sabe que no fue así; la romanización del País Vasco resultó amplia y profunda (se calcula que entre un 70 o un 80 % de las palabras vascas tienen su origen en el latín, aunque ahora las percibimos muy asimiladas fonéticamente); la relación con los celtas, los iberos, los visigodos, los árabes fue intensa. Además, en la Edad Media, el prestigio del latín y del romance impidió al euskara convertirse en lengua de cultura y de gobierno. Pero, a pesar de todo, sobrevivió.
El hecho es que se mantuvo enraizado en esta tierra a pesar de las diversas oleadas que pasaron a través de ella (no hay que olvidar que incluso el Camino de Santiago tenía varias rutas que atravesaban el País Vasco y los peregrinos dejaron huellas culturales de diversos lugares europeos (baladas, refranes, canciones…); todas las influencias fueron asimiladas por la lengua vasca. Es posible que una impronta tribal muy enraizada desde, cuando menos, el Neolítico sirviera como elemento de cohesión, pero se trata de una mera hipótesis.

13. ¿Cómo se prepara el País Vasco para exportar sus letras al mundo?

A la sociedad vasca en general le importa más exportar sus productos, su folklore (bailes, levantadores de piedra, txistularis, bertsolaris), sus reivindicaciones, sus adelantos técnicos y científicos, sus avances pedagógicos y lingüísticos. La literatura queda en un segundo plano, y si se avanza algo es gracias al esfuerzo denodado de ciertos editores y escritores que luchar por abrir un hueco a la literatura vasca en la arena internacional. Cada escritor, a la hora de exportar su obra, hace lo que puede, salvo algunas iniciativas de no demasiado alcance: la mayor parte se autotraduce, participa en los foros en los que lo invitan, trata de que le publiquen en otras lenguas. Desde mi perspectiva, por otro lado, no me veo como representante de una literatura nacional y no quiero formar parte de ningún proyecto literario en esa línea. Me interesa vivir la aventura de la literatura y hacerlo en la lengua que me ha “parido”, pero mi compromiso es conmigo mismo y con mi obra.

14. ¿Cómo ves las relaciones de creadores de distintos puntos del orbe?

En los tiempos que corren, cada tipo de manifestación artística tiende a crear una república “transversal”. El fenómeno de la globalización exige que se le responda con la misma moneda, creando repúblicas internacionales de la más diversa índole, entre otras la república de los poetas. Será la república más anárquica, pero, pese a Platón, pervivirá. Los encuentros interculturales de todo tipo crean un caldo de cultivo en esa dirección. No sé si se cumplirá la profecía de la instauración de la república de los poetas con sede de gobierno en el aire, pero yo tengo fe en ello.

15. ¿Cuál es el principal ogro de la poesía?

El principal ogro de la poesía es el político que cita a poetas para subrayar soflamas, el principal ogro de la poesía es el publicista que busca impactar la mente del consumidor y entrenarlo para idiota, el principal ogro de la poesía es el empresario que regala un haiku de primavera en lugar de subir el sueldo a sus empleados, el principal ogro de la poesía es el profesor de literatura que utiliza a los poetas para engordar su currículum, el principal ogro de la poesía es novelista que afirma odiar a la poesía porque para sus adentros no lo considera un buen negocio intelectual, el principal ogro de la poesía es el científico que pretende sustituir la poesía mediante hipótesis más o menos ingeniosas, el principal ogro de la poesía es el psicólogo que valora la pieza poética según su poder de narcotizar pacientes, el principal ogro de la poesía es el crítico que se pone gafas de visión nocturna para ver lo que otros no ven aunque aún no haya aprendido a leer, el principal ogro de la poesía es el poeta que se cree que ser poeta es querer ser poeta, el principal ogro de la poesía es el poeta que está sentado a la derecha de la póliza de seguros de la erudición, el principal ogro de la poesía es la poesía de quien toma partido por entero.



DANTE - ETNAD

Danteren infernuko bidea
ipurdiz gora: zeru-bidea.
Kono bat, bederatzi zirkulu
zein baino zein estuago,
eta erpinean sumendia.
Gainetik begira, begi bat.

Eta negarra, konikoa.


DANTE – ETNAD

El itinerario de Dante al Infierno
en sentido inverso: la ruta del Cielo.
Un cono, nueve círculos
que se van estrechando
y un volcán en la cumbre.
Más arriba, un ojo al acecho.

Y un llanto cónico.


KALEKO GOGOETA

Itsaoa erloju bat da, beti
ordubeteko atzerapenarekin,
eta olatuzko piano bat ere bada,
edo, areago, organoa,
patuaren toccata eta fuga jotzen.
Kalean zehar noa, zereginetan
buru-belarri minutuka
dabilen jendearen artean;
eta ni, zer egin, zer suma, ordua
galduta.


MEDITACIÓN DE LA CALLE

El mar es un reloj con una hora de retraso,
exacto en su inconstancia,
y pulsa olas como pianos
o quizá órganos barrocos,
y no ceja en su empeño de interpretar
la Toccata y Fuga del destino,
cada vez que echo a andar por la calle
entre gente sumida en sus quehaceres
y yo sumido en qué hacer
y con la hora extraviada.



BIZITZEKO ZORIAN BIZI

Hiltzen direnean, a zer lasaitasuna. Baina heriotzaren usaina geratuko da airean, eta hura pittin bat ezabatzeko ardo usaina beharko dut, eta tabakoarena, erruz, gauerdiari haraxeago bultzatu ahal izateko. Hain da latza heriok itxitako atearen beste aldean bizitzea! Ez dakit zergatik jaten dudan honenbeste, zergatik edaden dudan, zergatik erretzen, zergatik hainbeste ibiltzen, zergatik naizen bizitzeko zorian bizitzen.



VIVIR A PUNTO DE VIVIR

Cuando se mueran, respiraré; pero el aire olerá a muerte que sólo se borrará un poco con el perfume de los vinos y del tabaco, mucho tabaco, para tragar la luz del humo y empujar un poco más allá de la medianoche. ¡Es lacerante vivir al otro lado de la puerta que cerró la muerte! No sé por qué como tanto, por qué bebo, por qué fumo, por qué camino, por qué vivo a punto de vivir.