Estadísticas de Acceso
Con tecnología de Blogger.

Archivo del Blog

23 oct 2006

RESEÑA
DE LA UTILIDAD DE LOS ENCUENTROS DE POESÍA


Por: Luis Carlos Mussó



Siempre me he preguntado por la ganancia (o pérdida) que representa para mis congéneres el compartir mis textos líricos. A veces, pienso en quienes se trasladan desde las ciudades donde se han afincado y deciden trasladarse miles de kilómetros con el afán de leer poesía. ¿Vale la pena crear un hiato en medio de la rutina y acercarse a esas otras manos que crean versos? Es que la poesía es importante, me digo, si moviliza a creadores y lectores a hacer tantas cosas. ¿Qué hay del otro lado de las fronteras? Pero, ¿es que existen fronteras? Es bueno volver a ver a amigos como Héctor Hernández, María Eugenia López, Ligia Dabul, Giancarlo Huapaya, Elizabeth Neira, etc. y conocer a tanta gente de Latinoamérica, desde México (con sus jóvenes y talentosos carnales) hasta Argentina y el país anfitrión; y de la que solamente había sabido virtualmente o por sus textos. Gente que tiene un corazón compartido en propiedad horizontal.

COMERCIAL

Recuerdo la publicidad: Tomar el metro, (unos 500 pesos)
Comprar vino para preparar la velada (unos 1500 pesos)
Aparecer en medio de la lluvia entre puestos de libros viejos y recorrerlos en compañía y repasar sus páginas tomando un café, no tiene precio...
(Ni con Mastercard se darían las cosas sin las circunstancias apropiadas)

PARA TERMINAR

Me preguntaba al principio, y me respondo. Vale la pena abrazar a esos bichos raros que hacen poesía. Vale la pena hacer un paréntesis en medio del smog para alzar la mirada y del trabajo alimenticio para toparse con un paraguas de jaguar sobre una poeta que mastica portuñol o con un peinado extravagante o con un grupo deambulando por las calles con libros bajo el brazo. Que vale la pena, me digo, esa línea creada para el asunto, llámese POQUITA FE, o ESTOY AFUERA, o SALIDA AL MAR, o NOVISSIMA VERBA. Que vale la pena ver, vaso de vino en mano, por dónde se halla la poesía en Latinoamérica; conocer sus avances, sus escarceos. Que vale la pena haber estado allí y prepararse para el siguiente hiato lírico...Es importante el intercambio cultural, el saber qué comen los otros, pero también la armazón de proyectos editoriales y lo que de ellos venga para el futuro. He apuntalado esto con ladrillos de nostalgia, como pueden darse cuenta. Un abrazo para toda esa gente que hace las cosas con fuerza y un poco (más bien, bastante) de fe...