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24 nov 2009

Creación
EL CADÀVER EXQUISITO DE LA LENGUA, DE HECTOR HERNANDEZ MONTECINOS
Colaboración especial desde Mexico Df

(Hace algunos meses Héctor me escribió pidiendo que le envié un verso, simplemente, y que sorpresa me he llevado al ver este torrente que realizo el maestro desde todos los extremos de latinoamerica. W.Z)

I
Mi corazón en llamas y la mitad de este pueblo bailando sin mí
era una tarde de mayo, y la hierba se movía y se movía,
el cerdo advirtió: soy tu país y soy tu séptima plaga
que llegue el mediodía con un cántaro vivo
piedra irreductible luz parturienta partitura cerda modela y punto y da la
hora
en el pétreo recinto bajo el que usualmente evitamos el destello
para no morirnos con la enfermedad de la luz.

Hijo, yo puedo cantar el himno nacional mordiéndome la lengua, pero
tú naciste sin patria y sin lengua
y bajé entre las acacias a recolectar los barcos para el naufragio, vegetal
y marino, savia ardiente, buzo
me sumerjo en la soledad llena de mi vientre
un niño se asoma en la explicación del girasol
idioma alternativo en bofetadas neuronales (donde los amuletos no
existan para decir: Norte)
tengo fe en ser fuerte
en la herencia de la vida celeste.

Os meninos queriam de verdade
favores son favores dicen los libreros que no buenas razones,
oh universo hinchado material radiactivo androide huérfano zumbido
en la oreja carraspeo vital en la punta de la lengua
nada tiene que ver el amor con el amor.
desde la ciénaga absurda de los instintos de la noche
sabré abrazarte cuando no tenga lazos con los que herirte
es tarde es hora de regresar a la muerte.

Tenía que decir esto no es lo que quise hacer contigo y con mi país pero
ya ves, siempre he sido un mentiroso,
sacia la boca, un pequeño muñón interrumpido
empiezo a creer en las casualidades
porque se avecina la extinción de los crepúsculos y el rechinar de llantos
y el tiempo no detiene sus maquinarias etéreas.

Primero fue el verso
en último lugar están esas estrellas
y la Galaxia (con rabia): 01001010010100100001010101110101010010
con la obligación de simular un ataque de apnea, los vecinos impactan al
camarógrafo en busca de atención .

Los ratones caminan a ciegas por el filo de los libros,
una santa de cartón una muerte burumbumbum por el ojo de de mi
aguja
es difícil entrar en estas casas
heróis homicidas violam as filhas a céu aberto
y todo lo visible nunca existió.

Dame de beber frente al muro / erupto del bajo reich
mientras tu furúnculo ejercita su última pulsión

Versos de: Diego Ramírez (CHI), Julio Serrano (GUA), Ignacio Elizalde (CHI), Erique Falcón (ESP), Martín Barea Mattos (URU), Alberto Valdivia (PER), Pablo Paredes (CHI), Fabricio Estrada (HON), Soledad Aráoz (PER), Santiago Bonhomme (CHI), Vladimir Zambrano (ECU), Felipe Ruiz (CHI), Ligia Dabul (BRA), Nicolás Miquea Cañas (CHI), Estela Lamat (CHI), Verónica Jiménez, (CHI), Paul Puma (ECU), Javier Cánaves (ESP), Jorge Díaz (CHI), Miguel Ángel Malpartida (PER), Nurit Kastelan (ARG), Martín Camps (MEX), Osdmar Filipovich (BOL), Mario Ignacio Pino (CHI), Camilo Herrera (CHI), Markos Quisbert (CHI), Carlos Vicente Castro (MEX), Edgar Pou (PAR), Sebastián Baeza (CHI), Maiara Gouveia (BRA), Ausías Navarro (ESP), Ezequiel D’León (NIC).

V

Soy mi cuerpo, atrapado por partículas de otros cuerpos
entonces pensarás que este poema se volverá pánico
espera, espera que me levante
quería decir tornado para ti, pero no sabía las palabras: parábola,
tragedia del engaño
y en la noche, los cerdos parecían ángeles kamikazes cayendo en picado
sobre el fundido en negro de los ojos de los verdugos
el caballo arde a mil leguas de la muerte, libre
bajo los negros arcoiris que pasaban al ritmo de cometas.

No se me permitía hablar con el mariscal callao ni con los barcos que se fumaban. Entonces, que se incendien Lima, La Paz y Santiago y se
los lleve el mar,
surfearé las puertas que me tocas divina madera
crestas altas algas piolas tersamente agreste tersamente agua coscachos
malva clara cerros en veneno cerros.

Dos mil años de Historia no serán suficientes para borrar nuestra historia porque el tiempo es siempre el tiempo en que se calla o en que
se canta.
la metáfora que vislumbro en la tiniebla
son ojos morados, ojos de hematoma que duelen
que ven lo que nadie quiso ver detrás de sus montañas.

El cadáver reparte sus gusanos para decir que la vida continúa
-el estado espiritual (312) del mundo se transformó (1 -C) en un lobo
rodeado de serpientes de (z) plata-
¿cuántas veces se muerde la cola un perro antes de echarse a dormir?
Hundo mis manos en tu cálido pecho y cojo entre mis dedos tú
húmedo corazón
y esas manos entrelazadas son ahora una casa abandonada;
el chelo se escuchó en la bóveda azulana
las trompetas del apocalipsis son el susurro de Dios.

Encima de las grandes urbes los espectros se dispersan
la copa cae, una antena sustituye araucarias, la torre de metal da
frutos
y que el malsano te recoja;
una vez te pedí que faltáramos al colegio para ir a suicidarnos
los grandes hombres han comenzado a morir
mucho hablaron del dolor, cariño, pero a mí es a quien le duele
la indiferencia de estar vivo o muerto.

Son dos manos que agitan el viento y me dicen que nos vamos a
temblar
voy a mear la mano hasta que se quiebre.

Versos de: Aleyda Quevedo (ECU), Giancarlo Huapaya (PER), Alejandro Marré (GUA), Alejandro Tarrab (MEX), Julio Espinosa Guerra (CHI), Elma Murrugarra (PER), Miguel Coletti (PER), Cristóbal Ramírez (CHI), Paula Ilabaca (CHI), Víctor Ruiz (PER), Harold Alva (PER), Germán Rosati (ARG), Tulio Mendoza (CHI), Víctor Ibarra (MEX), Gabriel Woltke (GUA), Wilver Moreno (PER), Abraham Nahón (MEX), Mireya Zuñiga (CHI), Aurora Zuñiga (MEX), Alejandro Banda (CHI), Arianna Castañeda (PER), Edel Morales (CUB), Luis Méndez (GUA), Carlos Araya (CHI), Norys Saavedra (VEN).