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28 nov 2011






TEXTO Y FOTO TOMADOS DE DIARIO EL UNIVERSO
EDICION 26 DE NOVIEMBRE DEL 2011:

"El galardón Lira de Oro –entregado por la Fundación Cultural Banco del Austro–, más 30 mil dólares y la reedición y publicación local del libro El eco de mi madre fue lo que logró la poeta argentina Tamara Kamenszain al convertirse en la ganadora de la tercera edición del Certamen de Poesía Hispanoamericana Festival de la Lira. Mientras que el escritor guayaquileño Ernesto Carrión, por su obra Fundación de la niebla, alcanzó un reconocimiento económico de 5 mil dólares al atribuirse la mención Ilustre Municipalidad de Cuenca. 

El jurado formado por Fernando Balseca, Arturo Carrera, Minerva Villareal, Galo Torres –en reemplazo de Raúl Zurita– y José Kozer, quien lo presidió, sesionaron el 20 de noviembre y argumentaron las cualidades de las obras ganadoras. 

Del poemario de Kamenszain dice el veredicto que es una “obra de admirable concisión y sobriedad, que se enfrenta con lucidez de lenguaje, pensamiento y visión poética, primero con la muerte y luego con la enfermedad más moderna y terrible que concebirse puede, el alzhéimer”. 

Y la ganadora confirmó que su obra no es una crónica autobiográfica suya, ni del proceso de enfermedad de su madre, ni tampoco la ficción de algo que no ocurrió, ni la narración de una mezcla de los dos géneros, “más bien es la transmisión de momentos, imágenes, restos, voces, por eso se llama el eco, voces de un lenguaje que se distorsionó por una enfermedad y después la muerte”, dijo. 

El presidente del jurado, José Kozer, argumentó las características de la obra del ecuatoriano Carrión que mereció la mención. Dijo que es una “obra que sostiene página a página un ritmo feraz, donde la densidad está al servicio de un lenguaje inestable que va pautando unas bruscas intensidades y tensiones que amenazan con la destrucción y que, sin embargo, enfrentándose con la dificultad de tener que fundar en la niebla, arman toda una construcción, y toda una visión que nace del pensamiento poético”. 

Carrión escribió este libro en el 2007 y afirmó que la obra es un diálogo del autor con su propia cabeza, tratando de decir que no es un libro, sino simplemente la búsqueda del autor dentro de ese libro y el enfrentarse a la página en blanco."